Deportes | 06 Feb Luego de un primer tiempo para el olvido, en el que el equipo no funcionó ni por asomo como lo hizo en Artigas, la selección mayor del fútbol sanducero tuvo una remontada espectacular en la segunda parte del compromiso ante Rivera y, como visita, igualó un 2 a 0. Pero no pudo ser victoria cuando todo pintaba para serlo en el “Atilio Paiva Olivera” de la capital fronteriza. Un pelotazo largo, la pelea del goleador Marcos Ramos y el penal cobrado a Emiliano Chubrega, terminó por sellar el tanteador de un partido que, más allá del resultado final para la Blanca, que perdió su invicto, fue un partidazo. Tanto, que seguramente debe haber sido el mejor de lo que va del Torneo del Litoral Norte.
Las cosas no salieron ni por asomo a lo planificado en la primera etapa. Paysandú se mostró tímido, sin poder manejar la pelota, con errores en la entrega y con problemas a la hora de defender. Fue un combo indeseado que Rivera intentó aprovechar en los primeros minutos del partido. Los celestes, con la vuelta del titiritero Marcio Galli en el equipo, fueron los que aportaron el fútbol en esa primera etapa, en la que el rival solo atinó a intentar defenderse –con muchos problemas—y a apostar a los pelotazos largos casi como único recurso para intentar ofender.
Así, Rivera hizo la diferencia en el tanteador. Sorpresivamente para lo que se esperaba en la previa al compromiso, al término del primer tiempo estaba 2 a 0 arriba.
La Blanca apostó a cambiar. No quedaba otra si es que quería demostrar que lo que estaba sucediendo era un espejismo. Y no solo apostó sino que arriesgó con el planteo táctico. La presencia de Parodi en la cancha le dio otra tónica a los orientados por Ramón Silvera, que salieron a comerse al mundo. Porque el volante no solo juega y hace jugar, sino que genera en los rivales demasiadas cosas: primero, respeto; segundo, que todos estén pendientes y hasta las marcas se cambian, al punto que del “Ñato” están pendientes dos o tres jugadores en forma permanente; y tercero, esto lleva a que aparezcan los espacios para sus compañeros.
Con el ingreso de Parodi, pudieron aparecer Caratte y Patritti en la faz creativa, y Timoteo Acosta con su pique endiablado. Y el resto se enchufó de la mejor manera. Por eso, sumado a que Rivera se vio sorprendido y apabullado por el rival, no fue sorpresa que la Blanca no solo descontara e igualara el tanteador, ya cuando el local estaba con un hombre de menos.
Paysandú tuvo para liquidarlo pero falló en definición ante un rival que terminó muerto físicamente, con varios jugadores acalambrados. Pero un error permitió que Rivera sellara el pleito a su favor con un penal, y luego Rotundo salvó su valla con una atajada formidable.
Más allá de haber perdido el invicto, la Blanca sigue arriba en la tabla, aunque no sola. Y tiene por delante dos partidos en casa. Ese será un aspecto clave a trabajar, teniendo en cuenta que a los seleccionados sanduceros y a los equipos que compiten a nivel de OFI les ha pesado demasiado hacerse fuertes en el Estadio artigas.
Ahora es tiempo de dejar de lado la presión. De corregir errores, de minimizar los riesgos, y de jugar como este plantel está capacitado para hacerlo. Porque, en definitiva, solo se perdió un partido.STB

"ENTRO APAGADO"
“Nos vamos con amargura porque sabíamos que podríamos haber ganado. Estos partidos se dan. Fue prácticamente el mismo equipo que jugó ante Artigas, pero esta vez entró apagado. A veces, sin quererlo, el jugador entra confiado. Quizás pasó eso. Pero en el segundo tiempo creo que fue lo mejor que hemos mostrado hasta el momento”, dijo el ayudante técnico de la selección de Paysandú, Uriel Pesce.
“En el complemento entramos con otra mentalidad. Tácticamente se habló bien en el entretiempo, era apretar en cancha de ellos, porque tenemos jugadores de buen pie. Los jugadores están calientes porque se podía haber ganado y eso es bueno, pero están convencidos de que se pueden ganar los próximos dos partidos”, agregó.