Locales | 31 Ene Miguel Ángel Palomeque --el reconocido cantautor y a su vez funcionario del Museo de la Tradición-- nos comentó el pasado viernes en ocasión de la Peña Criolla VIII: “La gente se expresa de manera incorrecta al decir ‘me voy para afuera’, cuando se va al campo; en realidad debe decir ‘me voy para adentro’, o sea, al interior verdadero, a lugares de ‘tierra adentro’, precisamente”.
Sabia reflexión del cantor de Beisso. Hasta tal punto, que la apertura de la referida actividad, ya clásica en la Fiesta de la Prensa, estuvo a cargo del compañero de Rurales de EL TELEGRAFO, Pablo Blanc --quien en un pasaje refirió a su propia vida de campo-- para cederle la posta al conductor natural, Ángel Almirón, el payador, poeta y comunicador que en 2011 viera la luz de su disco “Reflejos de Tradición”, título homónimo de su añejo programa.
Este comentario no contendrá elementos de la habitual crítica de un espectáculo. Eso sí: es portador de aplausos, a manera de continuidad de los que un público entusiasta y participativo no sólo colmó el gran salón del museo –a donde se trasladó a raíz de la bendita aunque inoportuna lluvia--, sino también el césped lateral, cómodamente ubicado en sillas “playeras”.
Coincidíamos con Almirón, en cuanto a que fue la concurrencia más importante de todas las peñas realizadas.
Y mientras Walter Carri dotaba a la noche del mejor sonido, los artistas desfilaban, enfrentándose a la “canícula”: “Los Alvaritos” (José Álvarez y su hijo Gabriel, con el aporte de Robin Texeira); Cristina Tagliani (luciendo atuendo gauchesco) con sus músicos, algunos muy jovencitos; e Isabel Baiz con su grupo. Cada uno exponiendo lo suyo, con entrega total, lo que logró que la gente disfrutara del espectáculo, acompañando con palmas, tarareando estribillos y hasta bailando con contagiosos ritmos de “nuestro adentro”.
La peña contó con la presencia del director de Cultura, maestro Heriberto Ghibaudi, quien al dirigirse a la concurrencia, expresó: “La cultura la hacemos entre todos, en la suma de aportes de todas las disciplinas”. Mientras tanto la gente de Asdopay atendía una cantina muy visitada, sobre todo para la compra de refrescos.
Una peña vibrante. Y muy nuestra. J.M.B.