PAYSANDÚ QUIERE SER TENIDO EN CUENTA

Locales | 01 Feb La agencia de créditos a la exportación de Canadá podría otorgar un crédito al gobierno uruguayo para ser utilizado en la renovación de los aeropuertos internacionales del interior del país, hasta por un monto de doce millones de dólares en principio, lo que podría facilitar la ejecución de las obras en el aeropuerto internacional “Tydeo Larre Borges” de Paysandú. La Export Development Canada (EDC), una agencia con financiación propia que opera como un brazo de desarrollo del gobierno canadiense, otorga créditos tanto a exportadores e inversores canadienses como a los gobiernos o industrias en todo el mundo que compren productos y servicios canadienses.
En el caso de los aeropuertos internacionales del interior del país, la empresa Intelcan, de Canadá, se ha interesado en la provisión de tecnología e infraestructura civil, exhibiendo una experiencia en el área de más de cuarenta años.
Ayer arribaron a Paysandú los agentes de inversión internacional Jorge Mahy y Dumas Vallejo, quienes representan en Uruguay a empresas internacionales, entre ellas Intelcan, para explicar ante el intendente Bertil Bentos y los integrantes de la Comisión de Amigos del Aeropuerto Internacional de Paysandú, los alcances del proyecto y cómo éste podría beneficiar a los aeropuertos internacionales ubicados en el interior del país.
El proyecto ya fue presentado ante las autoridades de la Dirección Nacional de Aviación Civil (Dinacia) y ante el gobierno de Canadá a través de la Embajada en Uruguay, desde donde se obtuvo el respaldo para el crédito -considerado “blando” por las ventajosas características financieras- que podría ser otorgado apenas el gobierno uruguayo lo solicite.
La Export Development Canada (EDC) otorga crédito siempre que las empresas contratadas por el receptor del dinero sean de origen canadiense. El país receptor del crédito se beneficia por recibir un crédito con bajo interés y a su vez el gobierno canadiense promueve a sus empresas en el exterior.
Tanto Mahy como Vallejo destacaron que hasta ahora las negociaciones llevadas adelante con la Dinacia, por un lado, y con la embajada de Canadá, por otro, han resultado exitosas, pero que para que el proyecto pueda continuar se hace necesario que el gobierno uruguayo, a través del Ministerio de Defensa Nacional, presente una carta de intención en apoyo de la petición de crédito para ser usado en las terminales aeroportuarias internacionales, con excepción de la de Carrasco, cuya adecuación tecnológica cuenta con fondos de otra fuente.
Ante esto, el intendente Bertil Bentos dijo que él mismo puede entrevistarse con el ministro Fernández Huidobro para tratar de acelerar ese proceso.
Posteriormente, técnicos de la canadiense Intelcan vendrían a Uruguay para recorrer los aeropuertos internacionales que le señale la Dinacia para establecer los presupuestos respectivos, con los cuales luego elaborar un presupuesto general, a fin de pedir el crédito internacional.
La idea y el camino ya realizado por Mahy y Vallejo fue bien recibido tanto por la Intendencia como por la comisión de amigos.
No obstante quedó claro que más allá del crédito internacional, como será la Dinacia (si el proyecto finalmente se aprueba y pone en ejecución) la que deberá determinar en qué aeropuertos quiere invertir, corresponde realizar un trabajo sin pausas en procura de incorporar a la terminal aérea sanducera en ese grupo.
LA EXPERIENCIA DE INTELCAN
Intelcan ha desarrollado gran cantidad de proyectos aeronáuticos en todo el mundo, entre ellos la reestructura de la Terminal 1 del aeropuerto José Martí de La Habana en los años setenta, y el área de control del Aeropuerto Internacional de Roberts Field, en Redmond, Washington en los años 80, década en la cual también trabajó en el diseño del aeropuerto de Varadero, en Cuba, que atiende dos millones de pasajeros por año.
En los años noventa Intelcan trabajó en la construcción del aeropuerto de Cayo Largo, en La Florida, y fue premiada por el diseño de los aeropuertos de Houlguin y de Camaguey, en Cuba, así como por la Terminal 3 del aeropuerto José Martí, diseñada para doce millones de pasajeros por año.
También ganó el contrato para reconstruir el aeropuerto Fetesti de Rumania, adaptándolo a las normas OTAN, así como los aeropuertos Krumovo y Graf Ignatievo de Bulgaria.
En la década pasada renovó el aeropuerto Bezmer en Bulgaria y firmó contrato para renovar los aeropuertos Boboc y Campia Turzi en Rumania. En 2010 fue nuevamente premiada por la construcción de las torres de control de los aeropuertos Normal Manley y Sangster, en Jamaica.