Paysandú, Martes 07 de Febrero de 2012
Locales | 02 Feb (Por Maraela Wulf) Como cada verano, Punta del Este se transforma en el foco de atención. Si llegan más turistas que el verano anterior, cuándo y de dónde, cuántos cruceros visitan la costa por día, hasta cuándo estará colmado el puerto, todo es tema de conversación y ocupa los principales titulares de los diarios “nacionales”. Como las cifras oficiales recién están al final de la temporada estival, mucho de lo que se dice o publica son presunciones basadas en informaciones parciales.
De todas formas, mucho se puede inferir con solo observar lo que sucede en el balneario. Por ejemplo, está claro que los autos brasileros de la primera quincena dieron paso a los uruguayos y los argentinos en la segunda. No obstante, no por ello bajó el número de turistas ni se dejó de escuchar el portugués en las calles. Sobre todo en Gorlero y la Calle 20.
En ambas calles principales el tránsito circula a pasos de persona, sobre todo los fines de semana cuando quienes no están de licencia aprovechan para acercarse a Punta del Este para disfrutar de las playas y alejarse un poco del asfalto capitalino. Al mejor estilo norteamericano o europeo, todos los locales comerciales muestran carteles que anuncian rebajas: “20%, 30%, 40% y hasta 50% off”. Y aunque hay algunos que ofrecen prendas a precios descabellados --una blusa “de ocasión” a U$S 100--, muchos turistas recorren las tiendas para llevarse algún recuerdo.
Cerca del mar
El Puerto de Punta del Este constituye uno de los principales atractivos. Los yates y veleros de toda clase y bandera amarrados allí llaman la atención de miles de turistas que aprovechan las tardecitas para caminar por las marinas, tomar mate o pescar.
Debido a la creciente demanda, en diciembre pasado inauguraron las obras de ampliación del puerto, cuya capacidad de amarras aumentó a 543 embarcaciones. A pesar de ello, no hay disponibilidad hasta mediados de febrero.
Sector inmobiliario
La segunda quincena no parece haber empezado el 15 de enero, sino un par de días después. Al conversar con residentes de los edificios de la zona céntrica (Gorlero y primeras paradas de la Mansa), dijeron que si bien ahora estaba “casi todo lleno”, este nivel de ocupación se fue dando paulatinamente.
La segunda quincena parece haber bajado más los precios de las casas que de los apartamentos. En Punta del Este un apartamento puede costar entre U$S 1.700 hasta U$S 25.000 los quince días del segundo tramo de enero. Sin embargo, esos mismos lugares antes costaban entre U$S 10.000 y U$S 28.000 a principios de la temporada. En cuanto a las casas, la baja en los precios fue más acentuada. Una casa en La Barra que durante la primera quincena costaba U$S 30.000, bajó a U$S 15.000 en la segunda. Lo mismo ocurrió con residencias de zonas más céntricas, que pasaron de valer U$S 14.000 a costar U$S 10.000.
Salir de casa
Por la noche, los restaurantes se van llenando de a poco y, si bien aquellos de comidas rápidas --como Burger King, Mc Donald’s, La Pasiva– son los que tienen una mayor concurrencia de público, hay quienes prefieren lugares más exclusivos. En estos últimos, los precios rondan los $2.500 por un almuerzo o cena en pareja.
Pero los precios “calientes” se ven por todos lados. Por ejemplo, en la playa un vaso de refresco se cobra $150 y uno de cerveza, $200.
Los pubs no se quedan atrás, y quizá por ello son los que parecen haber sufrido más la retirada de los turistas brasileros. En sus cartas, los tragos rondan los $300, precios que no todos los jóvenes están dispuestos a pagar. Por eso, muchos prefieren comprar la bebida en el supermercado y “hacer la previa” frente a la zona de pubs, para luego ir a bailar.
Lujos SOBRE RUEDAS
Para quienes aman los fierros, este balneario es ideal para deleitar la vista, pues los autos que recorren las calles difícilmente pueden encontrarse en otras partes del país. Audi, Mercedes Benz, BMW, Ferrari, Jaguar, Porsche, son algunas de las marcas que pasean por Punta del Este, La Barra y José Ignacio.
También rondan los clásicos del verano, como los Volkswagen Fusca y las Citroën Mehari, siempre prontos para llegar a la playa cargados de jóvenes. Hay lo que se busque, algunos con un diseño más hippie, otros más coquetos, pero todos dan qué hablar. Sobre todo las Meharis, muy de moda en el balneario. Las que están a la venta cotizan hasta U$S 5.400.
Así que, mientras la crisis sigue azotando Europa y Norteamérica, Punta del Este funciona como siempre. Los cruceros que diariamente decoran las costas de la Mansa, los yates y autos lujosos, los restaurantes, todo parece desconocer lo que pasa más allá de Punta Ballena y José Ignacio. No en vano es el balneario elegido por celebridades de todas partes del mundo, también en la segunda quincena.
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