Paysandú, Martes 07 de Febrero de 2012
Rurales | 06 Feb El ministro de Agricultura de Chile, Luis Mayol, informó que la alternativa que maneja su cartera para combatir la grave sequía que afecta a cuatro regiones del país, es el “bombardeo o siembra” de las nubes, de manera de inducir lluvias artificialmente.
Recalcó que se espera estar operativo con este sistema de bombardeo para el mes de mayo, ya que es necesario contar con los requisitos óptimos para su ejecución, como, por ejemplo, las condiciones climáticas adecuadas.
El bombardeo de nubes consiste en inyectar desde un avión yoduro de plata a las nubes con mayor cantidad de agua, para que éstas se condensen y se produzcan precipitaciones. Mayol explicó que el sistema se utiliza en países como Estados Unidos, Australia, Israel y de forma permanente en China. “Las experiencias indican que las lluvias aumentarían entre un 15% y un 30%, según la calidad de las nubes, y la situación cambiaría radicalmente”, precisó el ministro, que se reunió con autoridades regionales para estudiar la delicada situación por la que atraviesa el sector.
“Creo que tenemos que intentarlo dada la gravedad de la situación”, afirmó Mayol, quien explicó que el producto agrícola que podría verse más afectado es la uva de vino, aunque aclaró que todavía estas pérdidas no son cuantificables.
Debido a la sequía que afecta a Chile, la peor en 50 años, el presidente Sebastián Piñera ordenó la formación de un equipo que estudie propuestas y fórmulas que ayuden a paliar los efectos del problema causado por el fenómeno de La Niña.
Bosque amazónico
Un informe publicado por BBC Mundo destaca el rol clave del bosque amazónico en las lluvias, tanto en el sur de Brasil, como en Argentina, Uruguay y Paraguay.
El mismo cita un estudio publicado en enero por la revista Nature, que señala que la combinación de la deforestación, la agricultura y el cambio climático está debilitando al ecosistema amazónico, conllevando potencialmente a la pérdida de sus capacidades de retención de dióxido de carbono y generación de lluvias.
Además se entrevista a José Marengo, experto en cambio climático del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE) quien explica que los vientos alisios, que vienen desde el océano Atlántico al continente, arrastran humedad para el interior de América del Sur tropical, o sea, la Amazonia y el noreste de Brasil.
“Además de la humedad que viene del Atlántico, la vegetación amazónica también contribuye con humedad a través de un proceso de evapotranspiración. Esta humedad es transportada por los vientos en dirección a los Andes, que la desvía hacia la región sureste de América del Sur. O sea que parte de la lluvia que se produce en la cuenca del Río de la Plata, incluyendo el sur de Brasil, de hecho viene de la Amazonia”, señaló el experto del INPE.
“Si no estuviera el bosque amazónico llegaría menos humedad al sur, de forma que Paraguay, Uruguay, parte de Argentina y el sur de Brasil en parte deben su lluvia a la contribución de la Amazonia”, agregó.
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