Opinion | 05 Feb El río Uruguay, que ha sido a lo largo de la historia un factor importante para el desarrollo de las sociedades litoraleñas, cuenta también con importantes valores naturales y ecosistémicos, además de ser proveedor de agua dulce que, potabilizada, llega a las familias de las ciudades de una y otra orilla.
A pesar que desde hace mucho tiempo el río es bebedero y cloaca al mismo tiempo, puesto que también a él se arrojan sin tratamiento alguno los desechos del saneamiento de las ciudades y vertidos de barométricas, el poder autolimpiante del curso hace que aún su calidad de agua sea buena.
Sin embargo, investigadores de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de la Regional Concepción del Uruguay trabajan en la medición y análisis de desagües cloacales en la zona de Concepción del Uruguay y Salto e hicieron una proyección a 30 años sobre la contaminación en la margen argentina del río, la que arrojó que si no se trataran los desechos cloacales que se derraman al río y se mantuviera el porcentaje de cobertura del saneamiento, la carga contaminante se incrementaría un 80% para Concordia y un 34% para Salto, mientras que si se realizara únicamente el tratamiento de los líquidos de Concordia, la concentración de colifecales de la zona de Colón se incrementaría un 42%. Sabido es que Concordia y Salto no son las únicas dos ciudades que descargan sus desechos cloacales al río, sino que se trata de una situación generalizada. Por otra parte, hasta la fecha ninguna de las ciudades de un lado y otro cuentan con plantas de tratamiento.
El estudio en cuestión indica que la mayor contaminación está en la margen argentina y que los resultados constituyen una señal de alerta, puesto que la proyección a 30 años indica que si no se trataran los desagües cloacales de ambas ciudades y se mantuviera el porcentaje de cobertura, la carga contaminante se incrementaría.
Es de esperar que las demás ciudades ribereñas encaren con urgencia obras similares para proteger un recurso natural de primer orden y sumamente necesario para el sustento de nuestras comunidades como lo es el río Uruguay. En este sentido, el estudio realizado por científicos de la UTN representa una señal de alerta para nuestros gobernantes y también la población que debería requerirles una gestión adecuada del recurso así como la previsión de los fondos monetarios necesarios para tales obras.