Locales | 08 Feb Dos empresas están trabajando por cuenta y orden del Estado uruguayo en Ruta 26, una por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) y otra por la Corporación Vial del Uruguay (CVU, propiedad del MTOP y la Corporación para el Desarrollo).
Se trata de licitaciones de diferente tipo. Una --encarada por la empresa Rundy S.A. desde 2008-- tiene como finalidad el “mantenimiento de Ruta 26 entre Ruta 3 y Tacuarembó”, para lo cual se adjudicó la suma de 103 millones de pesos (algo más de cinco millones de dólares). El contrato inicial era por tres años, y fue renovado por un año más.
La otra licitación, ganada por la empresa Ramón C. Alvarez S.A., fue para “corrección de drenaje, bacheo de pavimento existente, recargo con material estabilizado granulométricamente, colocación de tratamiento bituminoso doble en calzada y tratamiento bituminoso simple en banquinas”. Para esto, se dispuso de 82 millones de pesos (U$S 4,1 millones) y 11 millones para pago de leyes sociales (U$S 550.000).
la ruta nueva
Según el contrato firmado, la empresa Ramón C. Alvarez tiene que hacer, entre otras cosas, riego bituminoso doble en los tramos establecidos en la licitación, esto es entre los kilómetros 65 y 70, 113 y 118 y desde el 141 al 162, un total de 11 kilómetros.
El contrato fue firmado el 11 de abril de 2011 y planteaba un plazo de 15 meses para finalizar las obras. Normalmente se habla de tiempo de trabajo, por lo cual a veces los plazos pueden excederse en apariencia. Pero en este caso, desde la firma del contrato pasaron 10 meses calendario y --según un informe oficial-- “el avance de la obra al 30 de noviembre de 2011 es de un 12,06%”, a ocho meses de la firma. En su cronograma de obras, la empresa había anunciado el “escarificado conformación y compactación de capa existente” a partir del segundo mes de trabajo y a razón del 7,69% mensual, y también estaba comprometida la colocación de bituminoso doble desde el segundo mes de trabajo, y de ahí en más a razón de 12,5% mensual para instalar 300.000 metros cuadrados de riego. El informe oficial citado establece que al 30 de noviembre “sólo han comenzado las obras en el último tramo y a partir de la progresiva 162K000 hacia atrás”. La versión oficial de la situación actualizada no pudo obtenerse, debido a que el funcionario de la Dirección de Vialidad del MTOP que actúa como director de obra está con licencia médica por una intervención quirúrgica que lo mantendrá alejado del trabajo al menos todo el mes de febrero, y aún no se nombró el interino.
Baches y Mantenimiento
La empresa Rundy S.A. firmó contrato con el Estado el 14 de abril de 2008, y su trabajo en la Ruta 26 es “los tramos intermedios de Paysandú a Tacuarembó que no están en custodia de Alvarez”, dijo a EL TELEGRAFO el ingeniero Ricardo Rodríguez, referente de Rundy. La supervisión está a cargo del ingeniero Fernando Zeferino, de la dependencia sanducera de Vialidad del MTOP.
Explicó que “las modalidades de contrato son distintas, uno es construcción (Alvarez) y otro es mantenimiento (Rundy)”. Aclaró que “las empresas de mantenimiento hacen pequeñas tareas de construcción, pero mantienen la ruta. Y si hay pozos reciben penalidades fuertes. Por eso en nuestros tramos los pozos son menores. A la empresa de mantenimiento se le da la ruta en concesión y ella la tiene que mantener, y recibe una cuota por mes. Y aparte se le paga algo por trabajos que haga, y recibe una parte por la custodia de la carretera en buen estado. Si no la mantiene en buen estado, no le pagan la cuota”.
Las diferencias
En el caso de la construcción nueva, el trabajo y el cobro es por trecho construido, y no tiene multas por pozos. Si no está en las mejores condiciones, aparentemente no estaría reglamentado el tipo de penalidad que debería recibir.
Además, en el período de construcción -que debería ser corto- el pavimento está en peor estado justamente por las características de los trabajos y por ende es más difícil la circulación.
Un equipo de EL TELEGRAFO pudo ver cómo varios automovilistas que pasaban el móvil del diario, intentaban esquivar los pozos yendo a una velocidad superior a la recomendada en esa zona, incluso de noche y con un alto tránsito de camiones en ambos sentidos.