Paysandú, Viernes 10 de Febrero de 2012

OPINIONES

¿Se estanca China? Por Alfonso Ma. Ramos Inthamoussu

Locales | 05 Feb En el último trimestre de 2011 la economía china creció un 9%, luego de muchos años con aumentos anuales de la producción de 10 y 11 por ciento. También es cierto que los precios internacionales de algunas materias primas y alimentos comprados en grandes volúmenes por China, cayeron en el año 2011. Si además tomamos en cuenta la debilidad de la economía americana desde el 2007 y que desde Europa llegan todos los días noticias sobre los temores de insolvencia y default de algunos países, resulta muy pertinente la pregunta sobre si China seguirá siendo el motor, el tractor de la economía mundial.
Le interesa mucho la respuesta a toda América del Sur que crece al ritmo de sus ventas a las economías asiáticas. Le interesa mucho al Mercosur y le preocupa: Brasil y Argentina han tomado medidas de protección de sus economías, tan pronto sus índices de producción industrial se han estancado. Y le interesa obviamente al Uruguay, y concretamente a Paysandú, ya que hacia China envía maderas, cueros, soja, lana y suero en polvo.
Para dar una respuesta hay que saber qué pasa en China. Cuando en 1978, bajo la dirección de Deng Xiao Ping, China inicia su proceso de privatización y liberalización económica, el mundo occidental no lograba salir de una recesión ocasionada por los shocks petroleros, que dieron paso a la “década perdida” de América Latina en los 80’. Se entreveía que la evolución china iniciaba una “revolucionaria” transformación.
En gran medida la expansión china se ha debido a los 30 años de progreso industrial, con su necesidad de maquinarias, materiales y metales, y una urbanización anual de su población rural de más de 20 millones de campesinos, con la consiguiente necesidad de infraestructura y servicios, y de un consumo fuertemente creciente de proteínas, que acompañó la mejora de las condiciones de vida de la población. Ambas demandas explican la explosión económica de América Latina.
Para intentar entrever el futuro de las economías asiáticas, lideradas por China y crecientemente por India, hemos de considerar que la población rural en China es aun del 60% y que en la India más del 70% de la población vive en el campo. En ambos países la productividad agrícola es baja. Y en China está prohibido el movimiento libre y sin duda anhelado de la población rural hacia la ciudad. En una perspectiva de largo aliento se puede afirmar que estas poblaciones quieren trabajar, han saboreado los efectos del progreso económico, y la urbanización del país y su industrialización tienen un largo camino por recorrer.
Ahora sí nos podemos preguntar si este tipo de proceso tiene antecedentes. Y la respuesta es positiva y es precisamente en ese período de tiempo cuando se forma económica y demográficamente nuestro país. Nos referimos a la Segunda Revolución Industrial ocurrida entre 1850 y 1914. En ese período Europa Occidental y los Estados Unidos explotaron económicamente y su fuerza se derramó sobre el mundo. En esa época el Río de la Plata llegó a tener en algunos aspectos niveles de vida de primer mundo. Vinieron los ferrocarriles, los alambrados, se expandió vertiginosamente el lanar, llegó la Liebig’s y luego los frigoríficos, vinieron los bancos y el telégrafo y los teléfonos, el agua corriente, la luz eléctrica y el gas.
Pero nos olvidamos de lo más importante. Como producir alimentos y materias primas era más barato en las colonias, los habitantes de la Europa rural comenzaron a pasar hambre y eso explica la llegada a nuestro país de inversores y de gente con oficios: italianos, españoles, franceses, ingleses y alemanes.
En esos 65 años (1850-1914) se produce una gran transformación de la mayoría de las economías en torno al Atlántico. Pero no faltaron problemas “financieros”. En esos venturosos 65 años hubo escasez de oro –las finanzas de la época-- y una feroz competencia entre los países de reciente industrialización dieron lugar a la “gran depresión de 1873-1896”. Hubo momentos de pánico y de quiebras, pero el progreso no se detuvo. No faltaron problemas monetarios, crisis de deuda pública, defaults y bancarrotas bancarias. Por eso es difícil anticipar la magnitud del aquietamiento económico chino y cuándo puede ocurrir, pero en un enfoque de mediano y largo plazo esas dificultades “financieras” de Estados Unidos y Europa no tienen relevancia. China seguirá creciendo y América del Sur seguirá siendo un continente privilegiado.

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RECIBIMOS Y PUBLICAMOS
PROFECÍAS MAYAS Y POLÍTICA
Notorios hechos políticos han reiterado las formas erróneas de gobierno, los enfrentamientos estériles con la oposición de turno y el nulo interés de un pueblo que se resignó.
Esa resignación en cierto modo es lógica, como el desencanto. El nauseabundo nivel de capacidad y costumbre política del sistema, terminó y asesinó la esperanza ciudadana y como con todas las banderas es igual, ya no importa.
Después del primer período Larrañaga, o a partir del segundo, se han calcado con distintas banderas, los estilos nefastos de las cofradías gobernantes que prescinden de la oposición, que generalmente representan a la mitad, como si no existieran y no es bueno. Más: en un agravio permanente y sistemático, incitan con sus artilugios de opereta al circo payasesco de las concurrencias y publicitadas llamadas a Sala, donde todos saben el final: ¡nada! El sentido común murió, como murieron los códigos, el honor, el respeto, la tolerancia, y se cambiaron por el odio mediático, el pase de facturas, la “devolución” de atenciones y la oportunidad pícara de darle a la lengua sin responsabilidad. Tendrían que volver los duelos, aunque fueran con una toalla mojada. El coraje de la montonera desaparece en la circunstancia individual o en un viaje de recreo pagado por el pueblo.
Por el castigado ciudadano obligado a votar, muchos han desarrollado una permanencia política extensa sin tener más virtudes que la obsecuencia, la ignorancia permanente de la honradez mínima y formar parte de un aceitado mecanismo de corrupción. La mentira parece verdad y los compromisos son en la tribuna y sus desvelos más frecuentes, son sus espurios intereses grupales, donde la traición es moneda corriente y transferible. No hay partidos diferentes ni quienes tengan interés partidario en cambiar algo. Que siga el corzo... con un funcionamiento básico, repetir esquemas, si algo sale mal, la culpa es del otro y una premisa: nunca, jamás hacerse cargo de la responsabilidad.
¡Pero es tal la impunidad por la perfección del sistema, que el Pueblo ha digerido la indigestión reiterada en más de 20 años y se acostumbró al dolor de estómago! Ya no lo siente ni le importa, aprendió a vivir con él. Y ya es tarde, no amanecerá.
La improvisación general es una meta. El grupo de amigos del que gana ingresa al festín, donde el pueblo no está invitado pero pagará ésta fiesta, como pagó las anteriores. Ingresa por la puerta grande, donde el concurso se fue de viaje y no volverá. No es necesario dado que son todos “iluminados” sin luces. Y para “redondear” una buena imagen, “señoritas bien formadas” sin más atributos que un flamear de sábanas, reparten la envidia de los que quedamos afuera. Habrá que cambiar aires acondicionados, sillas con respaldo giratorias y el pueblo que se siente en cabezas de vaca ¿Quién dijo ética? ¿Qué era eso? Por las dudas aclaremos: cada partido que gana es juez y parte y dicta sentencia sin miramientos. Administra bienes ajenos, se sirve de ellos y si falta, el Pueblo silenciosamente, con resignación religiosa paga los “errores presupuestales” o la transposición de “rubros” aprobada por la dignísima Junta Departamental, por medio de la confiscación de bienes en que se han convertido los impuestos, multas, recargos, convenios y tantos otros “versos” recaudatorios. ¡Una pinturita de “justicia tributaria”!
Pero no todo es malo. Hay rebajas que te parten el corazón, de beneficiosas que son.
Una manera de “beneficiar” a los pobres, después de amenazarlos con ejecuciones patrimoniales en un claro ejemplo de justicia tributaria. ¿En serio?
Para recordar, por las dudas, hace 20 años (que no son nada) que se repite la misma historia sagrada. Es tan legal, como el infortunio de sufrirlo en cada período y no importa la bandera que lo “renueva”. Para no “descollar” no hay cambios, aunque se prometan por las dudas. Lo que si hay y siempre sobra, es el abuso. Pero parece, dado el silencio, que todos están conformes y contentos.
¿O serán desatentos contumases? Hemos visto recientemente una especie siempre vista de personal electorero requerido especialmente cada vez que la circunstancia amerita, que forma parte del carnaval posible en las barras de la Junta Departamental. Debería darles vergüenza ser ovejas conducidas y presurosas de aplaudir a la falta de decoro y ubicación. Una demostración de incapaces seleccionados, que concurren para no perder el puchero mal habido. La dignidad no se negocia o no se negociaba. ¡Pobres ellos y quienes los necesitan! Así prueban la falta de valores, la insolvencia, no tener seguridad en las exposiciones y dudar siempre ante la mentira que se expresará y que nadie creerá.
Triste espectáculo de una obra teatral pensada y repetida hasta el hartazgo, donde la Junta tiene la descollante participación de un 4 de copas, como es costumbre. ¡El 4 participa del juego, pero no incide jamás en el truco! Y si el juego tiene cartas marcadas, menos trabajo para los afanosos legisladores, muchos sin materia gris, “comprometidos” con el jefe de turno, que aportan su “sabiduría, expresión y nula preparación” en el perfecto rol de alcahuetes protagónicos.
Y “es lo que hay, valor” y “como te digo una cosa, te digo la otra”, expresiones tan a tono con las circunstancias dolorosas de la desidia.
Por suerte las profecías mayas anuncian para el final del 2012, la eliminación del mal encarnado en humanos. ¡Por favor, que no vayan a “zafar” los políticos!, aunque no se sabe si son humanos o extraterrestres depositados. Idiosincrasia sanducera, costumbres de villa e inercia de un pueblo que retrocede cada 5 años, por su propia decisión, por miedos incorporados y elegir como los ciegos repetidores. ¿Se darán cuenta los políticos del cambio necesario? ¿Cuándo pensarán en todos, en la gente, en la honradez, en los principios, en la solidaridad? La cabeza es como el paracaídas, si no se “abre” te matas. “Difícil que el chancho chifle...” Por favor: ¡que no fallen las profecías y ver si se pueden “adelantar”! Don Justo


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