Nacionales | 08 Feb Las lluvias significaron un alivio para reducir el déficit hídrico en el campo, pero no obstante el panorama para UTE no cambió en demasía y continúa con altos costos para abastecer la demanda, producto del bajo aporte energético de Salto Grande. De todas formas, las autoridades del ente energético esperan que en los próximos días se confirmen los pronósticos y se produzcan lluvias importantes en la cuenca superior del río Uruguay que permitirían mejorar el desempeño energético de este embalse.
“Las lluvias aliviaron en algo la generación hidroeléctrica de Salto Grande, pero aún está muy por debajo de lo normal”, informó el director de UTE, Gerardo Rey. Con las últimas precipitaciones, esta represa pasó de utilizar dos a cuatro turbinas para generar electricidad. No obstante, el caudal que está recibiendo del río Uruguay apenas llega a los 900 m3 por segundo, cuando el régimen normal es por encima de los 3.000 m3 por segundo.
En tanto, en la represa de Rincón del Bonete (la represa estratégica para UTE ubicada sobre el río Negro) el impacto de las últimas lluvias fue más importante. Rey comentó que este embalse apenas recibió 20 milímetros durante todo enero, mientras que en lo que va de este mes ya recibió 80 milímetros. La cota de esta represa estaba ayer en 77,70 metros, un nivel óptimo de reserva de agua. Sin embargo, el ente energético trata de apelar en lo indispensable a las represas del río Negro para preservarlas y atender la generación del otoño próximo.
Por eso, esta semana UTE mantiene a pleno todo su parque térmico para atender la demanda y también, en la medida de las posibilidades, importa energía de la vecina orilla y Brasil. “Si lográramos elevar la generación de Salto Grande, estaríamos en condiciones de poder reservar más agua del río Negro para el otoño”, explicó el director. En enero, UTE tuvo un costo para abastecer la demanda de U$S 125 millones. Este monto significó un desvío mensual de unos U$S 45 millones, ya que si se dividen los U$S 953 millones que proyectó UTE para atender el consumo en 12 meses da un promedio mensual de unos U$S 80 millones. De todas formas, esta estimación de sobrecosto es relativa porque generalmente los mayores costos para atender la demanda se dan en la época de mayor consumo (verano e invierno), en tanto en primavera los costos tienden a reducirse significativamente y pueden estar hasta un tercio por debajo de los registrados en los meses de invierno o verano.
A juicio de Rey, “es muy difícil” predecir qué puede pasar con la generación hidroeléctrica en lo que resta del año, porque las “fluctuaciones” son una constante.