Locales | 06 Feb En las primeras horas de la tarde, varios vecinos de Los Alamos golpearon la casa del intendente Bertil Bentos en demanda de ayuda porque sus hogares estaban anegados. Mientras se comunicaba con las autoridades del Comité Departamental de Emergencia, decidió trasladarse personalmente al lugar para evaluar la situación.
Continuaba lloviendo cuando el intendente arribó al lugar para comprobar que los vecinos que habían demandado ayuda eran los ubicados en la continuación de Dr. Luis Alberto de Herrera en las inmediaciones de la policlínica del barrio P-3, que sufrían una enchorrada del arroyo La Curtiembre que se había extendido hasta llegar a las casas de varios vecinos.
Las autoridades habían estado en la mañana en el mismo barrio, pero por paralela a Dr. Roldán, por lo que los vecinos decidieron salir ellos mismos en procura de ayuda.
Bentos y técnicos de la Intendencia, junto con los propios vecinos, evaluaron la situación y determinaron que si bien la solución definitiva es el realojo en otro lugar que no sufra de inundaciones repentinas, hay varias soluciones alternativas. Una de ellas es un sistema de canalización profunda que impida que el agua, cuando ocurren lluvias intensas, siga camino hacia las viviendas.
Por otra parte, Bentos coordinó con los vecinos mantener una reunión en las próximas horas para estudiar en conjunto, en primer lugar, las medidas urgentes para evitar que --si hay nuevamente precipitaciones intensas en los próximos días o semanas-- se vivan situaciones similares a las de la víspera. Por otro, la relocalización, una demanda de los vecinos que la Intendencia está dispuesta a satisfacer junto con el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente.
“Vinimos fundamentalmente a decirle a los vecinos que pueden contar con la Intendencia, aún cuando se trata de una situación que no podemos manejar, porque las lluvias intensas colapsan todos los sistemas previstos”, dijo Bentos. “Pero aquí estamos, con los vecinos, como tiene que ser. Les ofrecimos evacuarlos pero temen por sus pertenencias y prefieren quedarse”, agregó.