Locales | 07 Feb LOS DEL BALDIO, murga. Primera Ronda del Concurso Oficial de Agrupaciones de Carnaval. Puesta en escena: Hugo Guedes. Dirección Escénica: Jonathan Mas. Con: Marcelo Ruiz, Leonardo Pratt, Diego Rivero, Hugo Guedes, Angel Silva, Diego Guichón, Alejandro Garrasino, Alvaro Figueroa, Pablo Martínez, Daniel Parente, Gastón Anchorena, Jaden Soria, José Freitas, Jorge Rivero, Walter Gutiérrez, Miguel Martínez, Eduardo Coll. Cronómetro oficial: 40.26. Anfiteatro del Río Uruguay. Sábado 4 de febrero de 2012.
“¡Ay! ¡Qué bomba, volvieron Los del Baldío!” canta la murga en su presentación 2012. “Se termina el mundo”, haciendo caso a la predicción maya que sostiene que este es el año en que “el mundo va a explotar”. Lucho (Hugo Guedes) despierta tarde y decide no ir a trabajar, total para qué te vas a preocupar, si el fin del mundo es hoy. Mejor unos mates, escuchar radio y esperar lo inevitable. Aunque quizás no, quizás sea el día de cumplir el último sueño, el de tener una murga guardada en el ropero, el de salir a cantar por los tablados, vivir un “tsunami de emociones”.
Y si de fin del mundo se trata, lo mejor es salir a “romper la night”, total para qué te vas a preocupar, “que se apronten las viejas, las gordas/ las flacas no estorban/ esta noche no se salva nadie”. Claro que el asunto de que se termine el mundo tiene sus cosas buenas, no vaya a creer. No habrá que mirar más a Tinelli ,“no tendremos que pagar la luz y el agua/ ni tendremos que ir a trabajar”. La letra de “Los del Baldío” es desopilante sin descuidar la crítica social y la sátira política y la música seleccionada para acompañar los versos destaca por su variedad y ritmo alegre. El vestuario es excelente, al inicio vestidos en plata y oro y luego con trajes multicolores por el frente y gris y negro en la espalda. El regreso de la murga, con algunos integrantes históricos deja en claro que algunas agrupaciones, como el vino, con el paso de los años mejoran. Llegan con una letra que probablemente --aunque es temprano aún para decirlo pues hay murgas en concurso sin debutar-- sea la mejor del año. Una presentación que es un reencuentro y un final con la nostalgia exacta de una buena despedida, con la certeza de que hay que irse, pero con el deseo irrefrenable de que se quiere volver, como se volvió este año, porque “el adiós no es el final, solo permite regresar”. Y vuelve con un coro de primera línea, con un coro que canta y canta, como se dijo alguna vez. Sin dudas que Alejandro Garrasino se destaca, pero las voces afinadas de sus compañeros no quedan atrás, para lograr una interpretación de alta calidad, junto a un interesante planteo escénico, con movimientos laterales e incorporando el ropero como una máquina del tiempo, porque en verdad --parece indicar la propuesta-- la murga estuvo guardada en el ropero todos estos años, hasta que tocó volver. Una murga que entretiene, divierte, sorprende y hace pensar. Una murga que exhibe muy buena letra, excelente coro y cuidada musicalidad. Una murga que precisamente eligió salir en el año que se termina el mundo. Es que, total para que, te vas a preocupar, si “llena el alma un espacio vacío, porque se queda a cantar Los del Baldío”.
E.J.S.