Locales | 15 Feb Cuando Martín Gamboa sacó su presa del agua se sorprendió mucho al ver lo que había pescado. Su padre, Danilo, que también es un experimentado pescador, tampoco había visto un pez así. “Lo pescamos en el río Uruguay, en las inmediaciones del arroyo Sacra y para nosotros es un pez totalmente desconocido”, dijeron. Se trata de un ejemplar de aproximadamente 3 kilos de peso, con las características de una “vieja del agua” pero con colores diferentes a las que suelen ser pescadas en la zona. “Es amarilla con muchas manchas negras y lilas en alguna parte, con sectores rojos en la cola”, dijeron.
“Sin embargo, lo más extraño para ser una vieja del agua es que tiene espinas en todo el cuerpo y contamos como 60 púas tipo gancho alrededor de cada agalla”, dijeron. De acuerdo a la Guía Ilustrada de las especies más comunes del río Uruguay inferior y el embalse de Salto Grande, publicada por la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), se trataría de una “vieja espinosa”, también llamada en Brasil “cascudo-abacaxi”, cuyo nombre científico es Megalancistrus aculeatus, perteneciente a la clase osteichthyes, orden suliformes, familia loricariidae. Se trata de un pez de fondo, que puede medir hasta 60 centímetros de largo y no es objeto de pesca comercial ni deportiva. Su distribución geográfica comprende los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay, aunque acota que posiblemente no se encuentren “más allá del paralelo 32”. De ser así, este ejemplar habría estado en el extremo sur de su hábitat, puesto que dicho paralelo corresponde a la isla Pepeají sobre el paterno, mientras que la desembocadura del Sacra está unos 40 kilómetros más abajo.
A pesar de haber realizado esta identificación en base a la citada guía, EL TELEGRAFO remitió las fotos a la CARU solicitando la identificación de la especie a su Secretaría Técnica, desde donde se informó que el material sería remitido a la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara).
Una búsqueda en Internet permitió localizar fotografías de ejemplares similares al pescado en Paysandú, que fueron extraídos del río Uruguay en la zona de la represa de Salto Grande y la provincia de Misiones (Argentina). Con el nombre vulgar de “vieja del agua” se conocen unas cincuenta especies que pertenecen al orden Siluriformes y a una gran cantidad de familias que conforman el citado taxón.
Son peces que adaptan sus funciones vitales a casi todo tipo de ambientes de agua dulce. Su gran tolerancia a las variantes fisicoquímicas del medio, como así también la generosa variedad de alimentos que componen su dieta, le han permitido establecerse sin inconvenientes en ríos, arroyos y lagunas. Su cuerpo es tosco y desagradable a la vista. Las “viejas del agua” poseen placas que se disponen simétricamente a ambos lados y en el dorso. La cabeza es grande y robusta. En ella se observan dos ojos de pequeño tamaño que están adaptados para la visión de aguas oscuras. La boca es discoidal y está ubicada de manera ventral (por debajo) en razón de su forma de alimentarse. Omnívora por excelencia, también pasa por etapas de iliofagia, nutriéndose de la materia orgánica que obtiene del fango.