Paysandú, Domingo 19 de Febrero de 2012
Locales | 13 Feb El Poder Ejecutivo está volcado a la redacción de un proyecto de ley que procura contemplar el reclamo de aserraderos de todo el país ante la falta de materia prima, debido a que la madera está destinada fundamentalmente a abastecer la planta de celulosa de UPM y emprendimientos de las propias madereras.
Si bien desde hace tiempo los empresarios de aserraderos han trasladado al tema a la esfera del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y del Ministerio de Industria, Energía y Minería, todavía no se ha logrado que se concreten medidas en un proyecto de ley, aunque el titular de esta última cartera, Ing. Roberto Kreimerman, reconoció que se está trabajando en el tema. De acuerdo a lo que manifestara a Ultimas Noticias, la dilucidación del tema para plasmar un proyecto de ley “no es fácil, porque hay un tema de mercado y un tema de uso. Se podría ver la manera de asegurar una pequeña cuota o ver alguna manera de ofrecer financiamiento, porque no es lo mismo cortar a los 7 o 10 años para pulpa que a los 15 o 20 para otra cosa. La base es dejar una reserva de porcentaje para los aserraderos”.
El plan sectorial Forestal-Madera que lleva adelante el Consejo Sectorial Tripartito, en conjunto con el Gabinete Productivo, tiene como uno de sus objetivos principales fomentar las inversiones que promuevan la producción de productos con mayor valor agregado y contenido tecnológico. De esta forma se busca evitar que en el sector forestal se consolide exclusivamente en una matriz exportadora basada en la colocación de madera en bruto y chips.
De acuerdo al ritmo actual de plantaciones (aproximadamente 30 mil hectáreas por año), la disponibilidad de materia prima en el sector será al menos 50% mayor en el año 2020, lo que abre camino para desarrollar la industrialización. La madera aserrada y los tableros son de los productos que se industrializan en el país que tienen mayor valor agregado. No obstante, son los que tienen menor peso relativo en la producción, en comparación con la pulpa de celulosa y los chips.
El director nacional de Industrias, Sebastián Torres, evaluó que “no hay una definición sobre cuál puede ser la herramienta a utilizar. Si estamos pensando en una cadena de valor que integre además de la pata forestal, la celulosa y el papel, a aserrados, contrachapados y muebles, tenemos que resolver el abastecimiento”.
Tal como indicara EL TELEGRAFO, la falta de madera en el mercado provocó que varios establecimientos de Paysandú y otros departamentos del litoral no pudieran abastecerse de materia prima, que es además cada vez más cara, y vieran afectada su producción. El último aserradero que ha cerrado sus puertas es el Maserlit, ubicado sobre la Ruta 25, en las cercanías de Young y que es propiedad del grupo Ence. Esta firma había acordado con la multinacional Montes del Plata el suministro de madera a valores de mercado, pero la suba en el precio internacional determinó que durante la mayor parte del año pasado no pudiera acceder a la materia prima. El emprendimiento está en etapa de liquidación y ya fue despedida la mayor parte de la plantilla de 60 trabajadores. En los últimos meses, producto de la crisis internacional, el mercado tuvo un freno y dificultades de colocación. Los aserraderos reclaman que por ley el gobierno fije determinado porcentaje de la producción forestal --no más de un cinco por ciento-- para volcar a los aserraderos como forma de asegurar el abastecimiento de madera para el sector.
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