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Paysandú, Lunes 20 de Febrero de 2012

Jorge Larrañaga: “La justa distribución del acceso a la educación es la verdadera justicia social”

Locales | 13 Feb El senador Jorge Larrañaga dijo que es “imprescindible” salir del circuito educativo en el que el más rico se beneficia más del sistema y en el que el menos pudiente cada vez recibe menos educación y por tanto puede acceder a menos oportunidades laborales y de desarrollo social, cultural y ciudadano.
Jorge Larrañaga dijo que “la clave en las reformas debe pasar por la justa distribución del acceso a la educación, pues esa es la verdadera justicia social. Si no lo hacemos, entonces la brecha en la sociedad, que sin dudas existe, será cada vez más amplia. Nos corresponde a nosotros, al sistema político, y también a la comunidad educativa, a los padres, a todos, transformar de una vez esa realidad, para que podamos volver a aquellos años en que Uruguay era ejemplo por una educación plural y universal”.
En entrevista con EL TELEGRAFO, donde fue recibido por su director, Alberto Baccaro, Larrañaga sostuvo que “este año vamos a gastar 2.000 millones de pesos en el sistema educativo, pero no puedo decir que se va a invertir, porque seguimos cometiendo errores que nos dejan rezagados en lo que a la educación se refiere. Es un tema clave, central, definitivo, pero no estamos haciendo las cosas bien; eso es evidente, y por eso mismo estamos pidiendo que hagamos entre todos los sectores involucrados el mayor esfuerzo para que nuestros estudiantes dejen de tener resultados tan magros”, destacó.
“ES UNA LIMITANTE
O UNA VENTAJA”
Larrañaga brindó una charla pública, impulsada por la Lista 36 del Partido Nacional, que integra el sector de Larrañaga y que lidera David Doti. En ella también la educación fue uno de los temas clave. Habló de su “porfía en la educación” y aseguró que “la educación hoy es una limitante o una ventaja, deja a un país en la vanguardia o en el rezago” y advirtió que “si seguimos como estamos, la brecha social se ampliará e impactará en el modo de convivencia ciudadana, como ya lo estamos viendo”.
En su entrevista con Baccaro, Larrañaga no dudó en asegurar que el uruguayo es “un modelo educativo antiguo, vetusto”, que no se adapta a los requerimientos educativos del mercado laboral y que por tanto “se hace imprescindible establecer un plan de fortalecimiento” del sistema educativo todo. Pero puso en duda la capacidad de poder hacerlo rápidamente “en un país donde no pudimos hacer un censo eficaz”, que solamente demostró que “aparentemente somos los mismos pero con más años; y demostró que se continúa aumentando el macrocefalismo. Las flechas de crecimiento poblacional indudablemente señalan que el desplazamiento de la población es hacia el sur, desde Colonia al Chuy y que se mantiene la población del litoral. El resto del país...”. Larrañaga destacó que los problemas de la educación no son “por culpa de los maestros ni de los profesores; el país tiene grandes maestros y profesores. El sistema educativo es el problema. No se puede tratar igual al liceo de Tambores, o al de Caraguatá como al de Paysandú. Son realidades diferentes. Tenemos que establecer un plan de fortalecimiento porque cada centro educativo tiene la autonomía de impulsar la matriz educativa en función de la dirección de ese liceo conjuntamente con los padres y la comunidad educativa”.
EL EJEMPLO DE LA
ESCUELA RURAL
Sobre la importancia de la comunidad educativa, el senador nacionalista recordó a “la escuela rural, que conocemos bien. Es una escuela de la torta frita, de la penca, pero donde también sirve para reunirse para pedir por el camino, por la luz eléctrica, por el tajamar, por todas las cosas”.
“Tenemos que revertir el modelo, tenemos que lograr que la educación pública sea como antes, como cuando nos igualaba. El banco de escuela nos igualaba independientemente de nuestras familias, de si eran pudientes o no. Nada de eso importaba. Los escolares crecían así y eso se repicaba luego en la sociedad, por ejemplo la sanducera, donde en la calle todos eramos iguales, nos saludamos, nos encontrábamos. Eso se ha ido perdiendo, también en Paysandú. Y en buena medida es porque se ‘rompió’ el banco de la escuela”.
SE DEBEN REDUCIR
LAS INIQUIDADES
Rechazó asimismo, como sostienen los sindicatos de la enseñanza, que el programa Pro-mejora y otras iniciativas de cambio que se promueven sean una copia del modelo chileno sino que se establecen “para reducir las iniquidades”. Esas no solamente se verifican en la enseñanza pública, sino que también aparecen en el sistema privado, “donde se paga dos veces. Una vez en los impuestos que pagamos todos para beneficio de la educación pública a la que sus hijos no van y otra por el propio sistema educativo privado”.
Por otro lado, pero vinculado también a los sindicatos de la enseñanza que piden que el sistema político quede al margen de las decisiones, dijo que “es necesario no confundir autonomía en la educación con la posibilidad que se haga lo que los profesores quieran. No es eso, eso no es correcto. ¿Es que acaso se piensa que quienes ocupamos cargos en el Parlamento o los que lo hacen en el Ejecutivo no pueden decir nada porque se violaría la autonomía? El que todos los sectores participemos de la transformación educativa no es ir a contrapelo de la comunidad educativa de ninguna manera”.
Abogó por “una evaluación permanente, a la que se oponen algunos sindicatos y también la Universidad (de la República), que en definitiva es como una suerte de estado independiente”. El que “tengamos muy buenos profesores no quita que debamos revisar los sistemas educativos, porque el mundo se transforma rápidamente y las necesidades varían, se modifican”.
“Uruguay tiene altos porcentajes de repetición y deserción y tiene jóvenes que ni estudian ni trabajan ni quieren hacer ninguna de las dos cosas. Si con esa realidad no es necesario cambiar, entonces no estamos obrando en beneficio de la comunidad”, resaltó también.
“La educación es el antifatalismo del que habla el filósofo español Fernando Savater, que termina venciendo ese espiral en el que necesariamente el hijo del pobre sigue siendo pobre. Esa es la madre de todas las fallas. Y no hay otra que cambiar esta realidad, sin banderas políticas, mirando a la gente y su realidad. Evitar que el hijo del pobre siga siendo pobre, es progreso; es la verdadera revolución cultural”, concluyó Jorge Larrañaga, senador del Partido Nacional.


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