Opinion | 19 Feb Con el inicio del feriado de Carnaval, un importante número de viajeros circulan por las rutas nacionales, tratándose en su mayoría de turistas nacionales o de países vecinos.
A los efectos de vigilar las rutas, Policía Caminera ha desplegado todo su personal fundamentalmente en el litoral Oeste --desde que es importante la afluencia de turistas por los puentes internacionales, a lo que se suma el turismo interno hacia los centros termales de Salto y Paysandú--, los departamentos del Sur y la costa atlántica.
De acuerdo a lo informado por Caminera, los momentos que han requerido y demandarán más atención son: la tarde del viernes pasado, toda la jornada de la víspera y los regresos en la tarde del martes y del domingo.
En esos momentos se implementan “operativos retorno”, cuyo objetivo es brindar la mayor fluidez y seguridad al tránsito, con medidas de regulación en lugares donde surge conflicto en el tránsito, no hay puntos a desnivel, o no tienen semáforos.
El “operativo retorno” consiste en regular los semáforos en forma manual, ordenar el tránsito, regularizar las intersecciones y otras medidas tendientes a lograr la mayor eficiencia en el manejo del tránsito.
Independientemente de eso, la presencia de efectivos de Policía Caminera en las rutas pretende tener un fin disuasoria a los efectos de que los conductores respeten las regla del tránsito para la prevención de accidentes. En es sentido, cabe recordar que las infracciones más comunes siguen siendo los adelantamientos incorrectos y el exceso de velocidad, dos conductas riesgosas y totalmente prevenibles.
Podría decirse que apenas el 4,6% de los accidentes con lesionados ocurren en las rutas, mientras que e 95,4% se producen en la planta urbana. Y es verdad. Sin embargo, los accidentes de rutas suelen tener generalmente consecuencias más graves y que afectan a mayor cantidad de personas. Por otra parte, si la mayor parte del tráfico es de vehículos en plan de vacaciones ¿cuál es la urgencia?
En definitiva, es responsabilidad de cada conductor que circula por las carreteras tomar las medidas de precaución necesarias antes, durante y al regreso de su viaje y, fundamentalmente respetar las reglas elementales del tránsito evitando incurrir en las “barbaridades” que suelen verse en las rutas.