Locales | 19 Feb MONTEVIDEO (Por Teddy Alvarez). El BBVA estima que el crecimiento económico de Uruguay tendrá una desaceleración tanto en 2012 como en 2013, en parte generada por la moderación en el precio de los commodities. Pero además, estos descensos no provocarían una baja de la inflación local, debido a las fuertes presiones de la demanda interna. El economista jefe del BBVA Research, Jorge Sicilia, interpretó que América Latina tiene buenas condiciones para resistir el enlentecimiento económico mundial, y destacó la fortaleza de las cuentas externas y fiscales de la región, pero realizó un llamado de atención sobre la inflación que podría llegar a ser un dilema para los bancos centrales si se registran presiones a la demanda interna, que alterarían la trayectoria de los tipos de interés. En esa línea podría encontrarse nuestro país.
Las estimaciones de expansión de la economía uruguaya para los próximos años están por encima del rango que el gobierno local ha definido como “crecimiento potencial del país”, en el entorno del 4%.
En concreto, se espera que el Producto Bruto Interno (PBI) uruguayo crezca 4,4% este año, lo que implica una desaceleración de casi dos puntos respecto a la previsión de crecimiento de 2011 (6,2%). Para el año próximo, el aumento sería de 4,2%. La proyección para ambos años se sitúa sobre la previsión oficial.
De acuerdo al pronóstico del equipo de investigación del banco de origen español, América Latina mostrará este año un crecimiento “satisfactorio” de 3,6%, expandiéndose por encima de la evolución del Producto Bruto Interno (PBI) mundial (3,5%), aunque verificaría una desaceleración respecto al crecimiento de 2011 que alcanzó el 4,4%. No obstante, la región volvería a aumentar su ritmo de crecimiento en 2013, cuando su economía crecería 3,8%.
VIDEOCONFERENCIA
Sicilia presentó datos del informe “Situación Latinoamérica” en una videoconferencia regional organizada por la entidad financiera, donde advirtió que el mayor riesgo al que se enfrenta el continente es el agravamiento de la crisis de deuda en Europa. Sin embargo, indicó que las economías de la región tienen buenas condiciones para resistir el empeoramiento del entorno global, gracias a la solidez de sus posiciones fiscales y a la fortaleza de sus sistemas financieros, que comparan favorablemente con otras regiones emergentes.