Locales | 18 Feb La Junta Departamental levantó el receso de verano y retomó las sesiones del actual período, que finalizará  en julio. La sesión fue presidida por el edil Carlos Uslenghi, actuando en secretaría general Robert Pintos, con quórum prácticamente total.
El edil colorado Mauricio de Benedetti planteó el problema que atraviesa la citricultura en el Uruguay, tomándose como referencia el cierre de Sandupay con más de medio siglo de actividad productiva. Recordó que “ocupa 65.000 hectáreas de las cuales 17.000 están efectivamente plantadas, el resto son cortinas, caminos, represas y otras mejoras. Se producen 315 mil toneladas, para mover las cuales se necesitan más de 10.000 viajes de camión, de las cuales el 50 por ciento se exporta como fruta fresca, generando U$S 6.000.000, el 25 por ciento se vuelca al mercado interno y el resto se industrializa (jugos)”.
Respecto de la incidencia en Paysandú recordó el edil que las 6.000 hectáreas generan aproximadamente 600 puestos de trabajo permanentes y más de 3 mil en zafra, además de los servicios indirectos que se emplean. “Hablamos de trabajo ciento por ciento formal y mayoritariamente gente sin capacitación, y sobre lo cual debemos preguntarnos: ¿dónde van a trabajar si desaparece el sector?”, dijo sobre la fuente laboral.
“La pérdida de competitividad, la suba de costos y la caída de la demanda han provocado el cierre de una empresa citrícola de nuestro departamento. Nuestros productores enfrentan crecientes costos internos en un país carísimo en logística e insumos”.
 Criticó el Imesi del 22 por ciento establecido en la reforma fiscal de 2007 a los jugos de origen nacional, equiparados impositivamente a los importados, el IRAE aplicado en 2008 a pesar de las dificultades que ya atravesaba el sector, además del 12,5 por ciento del precio mayorista, que al perderse las preferencias arancelarias pasará a ser de un 16 o 17 por ciento en la Unión Europea, “mientras los principales competidores de Uruguay en esta materia, como son Chile, Perú y Sudáfrica han negociado un arancel cero”.
Agregó que “lograr un arancel cero sería una medida de mediano a largo plazo que solucionaría gran parte de los problemas del sector”. En definitiva reclamó “la modificación de la Ley 17.503, que en su artículo 11 autoriza a las empresas productoras de frutas, flores y hortalizas a deducir el IVA de sus impuestos, pero en el artículo 13 se deja expresamente excluidas de estos beneficios a las empresas citrícolas y vitivinícolas, artículo que debería ser modificado o eliminado”. Subrayó que “solo seis empresas citrícolas tienen más de 200 hectáreas y que 524 empresas disponen de menos de 5 hectáreas cada una, generando más de 1.700 puestos de trabajo permanente y 8 mil en zafra”.
Coincidencia del FA
El edil Walter Duarte, en otro pasaje de la sesión y haciendo uso del artículo 47º (tema grave y urgente) también abordó este problema, citando una reunión realizada en la sede de Aeyoria. En reglas generales coincidió con los conceptos del edil colorado, añadiendo a la situación planteada aspectos vinculados al refinamiento en Azucarlito. Por unanimidad se aprobó que la temática, además de pasar a la Comisión de Asuntos Laborales, acorde a lo que requirió de Benedetti, también se derivara a la Comisión de Descentralización, Integración y Desarrollo para su tratamiento en forma urgente.
Procuran que
barométrica se quede
Entre las comunicaciones recibidas figuró una sobre el préstamo por cuatro meses de una barométrica de OSE a la Intendencia de Paysandú.
El edil Saúl Villagrán --recordando lo planteado en su momento por la bancada del FA ante la cantidad de pozos negros a desagotar y al haber llovido intensamente días pasados-- entendió que sería pertinente solicitar al Ejecutivo Departamental que pida la permanencia de dicha barométrica por algunos meses más a efectos de atender la demanda existente.