Deportes | 20 Feb Paysandú se consagró campeón del Litoral Norte, tras igualar como local ante Artigas en su última presentación. Los sanduceros ganaron sin inconvenientes una serie en la que fueron superiores más allá de que se complicaron en algunas presentaciones como locales, pero la tabla de posiciones indica que la Blanca salió airosa con 11 puntos, y que Tacuarembó terminó como vicecampeón con 8 puntos. Los números hablan por sí solos más allá de todo cuestionamiento, y de que se tenga en claro que todavía resta por mejorar, como lo tiene la selección.
Ahora será tiempo de mirar para adelante. Resta definir cómo continúa la Copa Nacional, ya que insólitamente OFI no confirmó cómo serán los cruces, aunque se presume que el próximo rival será el ganador del Litoral, es decir Bella Unión o Nueva Palmira, que se perfila como campeón dado que ganó de visita la primera final, por 3 a 1.
Es decir que Paysandú tendrá 15 días para sacar conclusiones de lo vivido hasta el momento, pasar raya y barajar de nuevo. Es verdad que el equipo ha tenido altibajos. Pero también es cierto que se está en carrera y, sobre todo, que nadie puede decir que esta selección de Paysandú ha alcanzado su techo en cuanto a rendimiento. Y eso es fundamental de cara al futuro.
Claro está, el técnico Ramón Silvera tendrá un arduo trabajo por delante pensando en alcanzar la Copa Nacional, que es el gran objetivo. Deberá aceitar varios aspectos del equipo pensando en sacarle provecho a la calidad de jugadores que tiene pero, como contrapartida, también deberá intentar disimular ausencias de jugadores que en su momento –y por diferentes motivos— debieron dar un paso al costado.
De mitad de cancha hacia adelante se cuenta con un equipo explosivo, de buen pie, capaz de liquidar las cosas en cualquier momento. Pero queda todavía en el debe el ajustar la mira a la hora de apuntarle al arco rival, ya que de aquí en más no podrá perdonarle la vida a nadie, porque eso será jugar al borde de la cornisa.
En la mitad de la cancha se necesitará seguramente mayor contención, mayor equilibrio, lo que no quiere decir que resigne a la filosofía de este Paysandú que quiere proponer mirando a la vereda de enfrente.
Y en defensa también se deberá hacer hincapié en errores hasta infantiles que se han cometido. Los dos goles que recibió Paysandú ante Artigas es muestra de ello. En el primero, solo Patritti atinó a seguir a Alvez mientras los volantes corrían de atrás desesperados, porque el equipo quedó partido; pero el delantero no pudo siquiera atinar a hacer falta ya que tenía amarilla. Y mientras, ningún defensor atinó a salir a ahogar. En el segundo, no menos de siete jugadores de Paysandú esperaban un tiro libre, pero terminó cabeceando uno de los dos artigueneses que aguardaban en el área.
Otro de los aspectos a tener en cuenta será evaluar definitivamente qué sucede al jugar como local. Porque de aquí en más habrá que ganar en casa. Es verdad que de local Paysandú pudo liquidar a sus rivales, pero también lo es que dejó pasar la oportunidad y terminó empatando cuando mereció otra cosa.
Por eso el sábado el equipo terminó mascando bronca. Porque es consciente de ello. Por eso no hubo festejo desmedido no nada que se le parezca, más allá de haber sido campeón. Porque además, este plantel sabe que está para más. Todos aseguran que recién dieron el primer paso, que no se ganó nada. Y tienen razón. Porque es cierto que se obtuvo el Litoral Norte y algunos reprochan que no hubo festejo. Pero es saludable el pensamiento del plantel, que reafirma que el objetivo es otro. El más grande. STB