ESCRIBE EL DR. RODOLFO CANABAL

Locales | 28 Feb En el anterior comentario se volvió a analizar la forma, reiterada, en que los dos gobiernos frenteamplistas han hecho públicas sus reservas relativamente al concepto de independencia técnica de los magistrados que integran el Ministerio Público y Fiscal, extensible sin duda a quienes ejercen funciones de asesoramiento. También se expuso opinión desfavorable a la propuesta presidencial de trasladar la Dirección de Medio Ambiente del Mvotma a otra dependencia, temporalmente, sin perjuicio de que en un futuro no lejano, pero después de culminado el actual período de gobierno, se la pudiera transformar en ministerio. Culminó nuestra columna señalando, ante lo que erróneamente fue hecho público por un asesor presidencial, que dicha dependencia se expresó sin oponer resistencia a que se construya el puente sobre la laguna Garzón, que tantas controversias ha causado.
Su construcción la consideró conveniente pero sobre la base, más bien exigencia técnica, de que paralelamente se creen con estrictez condiciones indispensables para la protección en la zona del medio ambiente; en su aclaración pública, quien es el director de la Dinama agrega que, al respecto, coinciden dicha dependencia y el Mvotma en lo relativo a tales condiciones, entre ellas, verbigracia, que no exista tránsito pesado en la Ruta 10.
Señaló, entre muchos otros conceptos que deben ser considerados, que el proceso respeta la legislación vigente y busca preservar y valorizar los bienes naturales y paisajísticos de la costa, particularmente de Rocha, pero con visión de conjunto, con respeto por normas departamentales, con afirmación de una visión nacional en la gestión de los recursos naturales no orientada a la especulación inmobiliaria, pero respetuosa de los beneficios que aportan las inversiones en la medida que se busca, respetando el ambiente, un mejor aprovechamiento social y económico de sus valores en el largo plazo (responsabilidad intergeneracional).
Expresa también que se debe asegurar que el puente, muy cercano a la línea de ribera, no sea afectado por una dinámica de construcción de la costa y a su vez no genere limitaciones en la interacción costero marina que se están modificando debido a los efectos del cambio en el nivel del mar y los regímenes de vientos, corrientes marinas y mareas.
Tales algunos conceptos importantes de la referida nota del director de la Dinama, la cual lamentablemente no es posible glosar en su totalidad.
No hay por tanto, se reitera, oposición a la creación del puente, sí indicación de las condiciones técnicas indispensables para la defensa del medio ambiente en una zona que, por sus particulares condiciones, lo requiere de manera severa, continua y permanente.
Como EL TELEGRAFO publicó el 14 de febrero pasado, el secretario de la Presidencia de la República informó que se “acordó una salida” para la construcción del puente: con relación a los impactos territoriales: que la Ruta 10, desde José Ignacio al puente y de éste a La Paloma, pierda la condición de ruta nacional para ser camino departamental; por tanto, no podrá por dicho tramo haber tránsito de camiones ni de maquinarias pesadas. Y agregó que desde el punto de vista ambiental se decidió integrar la laguna Garzón al Sistema Nacional de Áreas Protegidas, para preservar debidamente el muy importante ecosistema existente.
Atento a que la construcción del puente fue promovida hace años por un empresario argentino para desarrollar un millonario proyecto inmobiliario, a que ello es rechazado por la Liga de José Ignacio, y a que allí se considera, según se expresa en dicha nota informativa, que tal emprendimiento pone en riesgo la zona como Área Protegida, salvo que se exigiera y vigilara muy severamente el estricto cumplimiento de las condiciones que se establezcan, se teme que dicho proyecto inmobiliario pueda comprometer la naturalidad y el uso responsable del espacio público.
Como en la precedente columna aquí se dijo, dado que el dictamen técnico favorable a la construcción del puente está sujeto a muy estrictas condiciones, que son indispensables para no afectar aspectos ambientales muy importantes, es también sin ninguna duda absolutamente indispensable que las autoridades efectúen, luego de erigido el puente, un severo y permanente control sobre el estricto cumplimiento de las respectivas condiciones, sin conceder excepción alguna.
Corresponde subrayar la trascendencia que lo que se viene de glosar tiene en este asunto, vale decir, que tan importante como el control severo del estricto cumplimiento de las condiciones exigidas, una vez que el puente esté en uso, será la absoluta e invariable negativa de las autoridades al otorgamiento de excepciones. De lo contrario sería mejor que el puente no llegara a emplazarse.
Tales los conceptos que se entiende pertinente exponer sobre cuestión tan importante, como sin duda es la construcción del puente sobre la laguna Garzón.