Policiales | 05 Mar La Justicia penal de Río Negro procesó a un salteño de 44 años tras ser hallado responsable del asesinato de un productor rural y pastor adventista, de 74 años, hecho ocurrido en una estancia de pueblo Grecco, Río Negro. En tanto, el supuesto coautor (también salteño) permanece prófugo y está siendo buscado por Interpol en Argentina.
Más de una decena de personas habían sido detenidas por el homicidio, que fue descubierto unos 20 días después de que se radicara el pedido de localización del anciano (el 8 de febrero) ya que --una vez cometido el crimen-- uno de los autores se quedó en la casa del occiso, saqueó y vendió vehículos y otras pertenencias de éste.
LA VÍCTIMA Y EL CASO
Pedro Baranoff era un ciudadano argentino que llevaba varios años radicado en nuestro país, más precisamente en Río Negro, donde estaba a cargo de la estancia “La Azotea”. Realizaba tareas de siembra y habitualmente asumía el servicio de pastor de la Iglesia Adventista de la zona, por lo que era muy estimado dentro de su comunidad.
Ante la incertidumbre respecto al paradero de Baranoff, la Policía de Río Negro comenzó una búsqueda que culminó con el hallazgo del cuerpo, oculto bajo una pila de leña y cubierto de tierra y una bolsa plástica, a unos 30 metros del casco de su establecimiento.
A las autoridades les llamó la atención que a simple vista el cadáver no presentara lesiones, pero dado que tenía un avanzado estado de descomposición se dispuso su envío al Instituto Técnico Forense (ITF) en Montevideo. Allí, los peritos forenses establecieron que tenía un impacto de bala en el cráneo, lo que convertía el caso en un homicidio.
Los motivos por los cuales el cuerpo permaneció en la finca hasta ser descubierto dieron lugar a un profundo análisis de los investigadores, que manejaron varias hipótesis. En un primer momento se especuló con que el presunto homicida tenía previsto incinerarlo y así eliminar cualquier tipo de evidencia, pero la lluvia y la humedad del terreno podrían haber conspirado contra ese plan.
Asimismo, se constató que de la casa faltaba un tractor, un jeep, un automóvil, una casa rodante, electrodomésticos varios y armas de fuego, lo que dio inicio a una investigación que se realizó en Río Negro, Salto y hasta Artigas.
ALLANAMIENTOS
Y DETENCIONES
En el marco de las averiguaciones tendientes a esclarecer el caso, personal de la Dirección de Investigaciones de Salto, conjuntamente con efectivos de Río Negro, realizaron varios allanamientos en Salto. En dos viviendas, en el Cerro y en la zona céntrica, fueron encontrados electrodomésticos y dos armas de fuego robadas de la casa del productor asesinado. Un tercer allanamiento en un local de compra-venta de antigüedades permitió detener al responsable del negocio, ya que tenía muebles propiedad de Baranoff, comprados a uno de los involucrados. La investigación se extendió a la ciudad de Bella Unión, donde la Policía incautó un auto propiedad del fallecido, el cual fue vendido a un taxista.
Las armas de fuego --también recuperadas en Salto-- fueron enviadas al Instituto Técnico Forense a fin de determinar si alguna de ellas fue la utilizada para ultimar a Baranoff. Todos los involucrados fueron conducidos a declarar y posteriormente recuperaron su libertad.
En el marco de estas investigaciones fue posible conseguir la descripción y datos de los vendedores. Uno de ellos fue identificado como S.R.M. (carente de antecedentes penales), quien había sido contratado por la víctima para hacer leña y cumplir tareas de limpieza en su campo. Detenido e indagado, confesó haber sido contratado por otra persona para cometer el crimen.
Ante esto, la Jueza penal de Segundo Turno de Young, Lola Gómez, resolvió el procesamiento con prisión de S.R.M. por un delito de homicidio en grado de coautoría en reiteración real con varios delitos de hurto agravados.
Asimismo, gracias a un identikit realizado por efectivos de la Policía Técnica de Salto, lograron identificar al otro homicida (poseedor de numerosos antecedentes penales), quien se encuentra prófugo en Argentina, por lo que es buscado intensamente por Interpol. Una fuente reservada manifestó a EL TELEGRAFO que el prófugo estuvo viviendo en la vecina ciudad de Colón, donde se casó con una profesional con quien concurría a la Iglesia Adventista. El mismo, en más de una ocasión, estafó a varias personas con la venta de automóviles, por lo que fue “corrido de la zona”, dijo nuestro informante.