Paysandú, Jueves 08 de Marzo de 2012
Locales | 04 Mar ¿Dónde está el General?
A finales de 1983 (un año antes de que Uruguay volviera al sistema constitucional) se terminaba de construir el mausoleo al general Leandro Gómez, en la Plaza Constitución de nuestra ciudad. Y el gobierno de aquel entonces (general Gregorio Álvarez) autoriza que los restos mortales del general Gómez, sean trasladados a Paysandú --a pesar de que los descendientes del héroe de la defensa y parte de la ciudadanía se oponían a ello--. Además el rumor que circulaba entre sus partidarios era que, si traían sus restos, cuando mucho iban a estar un año en ese lugar (mausoleo). Pues con el advenimiento de un gobierno democrático, volverían nuevamente al Cementerio Central, lugar donde descansaban hasta la fecha de ser traídos a Paysandú.
Es así que el comando de nuestro batallón manda a construir con un carpintero artístico de nuestra ciudad --ya desaparecido físicamente--, una urna hecha en madera de buena calidad, y de considerables dimensiones, para guardar los restos del general. En esa época yo ya revistaba como clase (cabo) en la unidad y fui designado junto con cinco subalternos (soldados), para concurrir a Montevideo, al mando de un oficial (teniente, también ya desaparecido físicamente), el día 1º de enero de 1984 pues el día 2 teníamos que estar de regreso con los restos mortales ya que en esa fecha se recuerda la caída de Paysandú y la muerte del general Leandro Gómez. Además se iba a dejar inaugurado el mencionado y polémico mausoleo.
Bajo un calor sofocante, después de mediodía de ese 1º de año, partíamos en un vehículo (camión) cedido por la Intendencia Municipal, con destino a Montevideo, llevando la urna dispuesta para tal fin. Al anochecer, llegamos a la capital y pernoctamos en una unidad militar. Dejando la urna bajo custodia de la guardia de prevención de la misma. Al otro día a primera hora de la mañana fue llevado al Cementerio Central, donde posteriormente sería introducida la urna --donde se decía-- descansaban los restos (?) del general Leandro Gómez.
Cercano al mediodía (de ese 2 de enero) y ante un numeroso público que ya se había congregado, dan comienzo las exequias, depositando la urna, donde, supuestamente, descansaban sus cenizas, dentro de la que nosotros habíamos llegado. Luego de escuchar unas breves pero emotivas palabras sobre la vida y hechos del héroe de la defensa por parte de un orador; y tras un breve acto religioso, en el cual un señor, ya entrado en años, vistiendo impecable traje azul, camisa blanca y corbata al tono, se acercó a la urna y depositó una rosa blanca en su interior. Luego pasamos a tomar la urna, cargándola sobre una parihuela que también habíamos llevado para tal fin. Después de haber cargado la urna abordo de un vehículo blindado, raudamente partimos con destino a nuestra ciudad.
Al llegar a ésta, ya sobre el atardecer, una tenaz y persistente llovizna se abatía sobre la misma. Pero no impidió que se llevara a cabo el solemne acto en el cual estuvo presente el señor presidente de la República, general Gregorio Álvarez y su comitiva, bajo fuertes medidas de seguridad. Luego de que un religioso católico (Padre Caballero) le diera recibimiento a los restos del general Gómez, la urna fue depositada por nosotros, en el mausoleo; dándose por finalizado dicho acto.
Ahora bien, he aquí mis dudas: en el hipotético caso de que los restos que transportamos desde el Cementerio Central, fueran los del general Leandro Gómez de cuyo traslado se oponían --como ya lo mencioné-- los descendientes y algunos adherentes del Partido Nacional, como así también parte de la ciudadanía que tan poco estaban de acuerdo en ese entonces, de que sus restos fueran removidos.
¿Por qué posteriormente en los gobiernos democráticos, nadie dijo más nada, ni se habló más de llevar sus restos al Cementerio Central? Sino que todos callaron y recién a mediados del 2009 cobró estado público la noticia de que habían profanado su tumba. Por lo cual el mausoleo permaneció cerrado al público por más de un año, mientras se llevaban a cabo las actuaciones judiciales para dar con el paradero de los restos del general, en este tema de la desaparición y recuperación de los restos, no voy a profundizar mucho porque desconozco como sucedieron los hechos, pero sí sé, que a mediados del 2011, el Poder Judicial ordenó que los restos fueran restituidos al mausoleo, donde --supuestamente-- siguen descansando.
Pregunto: ¿los restos que descansan en ese lugar, son los verdaderos del general Leandro Gómez? ¿Quién certifica y garante que son sus verdaderos restos? Aunque más tarde, en una nota publicada en EL TELEGRAFO de fecha 27/11/2011, referente a la desaparición de los restos del general Leandro Gómez, la Comisión Departamental Nacionalista expresa: “Los responsables de los desaparecidos en este país son la dictadura y el gobierno del Frente Amplio, este último, porque fue en el período de su gobierno departamental, responsable de la custodia del patrimonio histórico local, cuando ocurrió la profanación de la tumba de Leandro Gómez...” Y a continuación prosigue: “el 20 de marzo de 2010 el senador Jorge Larrañaga concurrió al juzgado competente ante el cual se diligencian las investigaciones pertinentes, para aportarle al juez de la causa los servicios de dos médicos forenses: el Dr. Guido Berro, Doctor en medicina legal, grado 5 de la Universidad de la República, y la Dra. Alicia Lusiardo, Magister Licenciada en Antropología Forense, egresada de la Universidad de Florida, EEUU.
Como es público y notorio, la Justicia intervino desde el momento en que acontecieron los hechos, y es quien ha dispuesto el destino de los restos que aparecieron. Según lo expresado por el propio juez de la causa, se ha solicitado intervención al Instituto Técnico Forense, y no se descartan nuevas pericias” (sic).
En mi opinión: ¿No sería que en aquella época no estaban de acuerdo con el traslado de los restos porque esto ocurría en un gobierno militar (de facto)? ¿No habrá sido que los descendientes del general Leandro Gómez --a sabiendas de que sus restos serian trasladados a Paysandú-- se adelantaron a la fecha indicada y los cambiaron de urna; depositando en su lugar las cenizas de un NN, y los verdaderos restos del general Leandro Gómez, siguen descansando en el Cementerio Central o en algún otro lugar de Montevideo?
Amigo lector, sin ánimo de entrar a polemizar sobre: ¿Dónde está el General? Es mi único y sincero deseo (en este caso) que obremos como dijera el gaucho Martín Fierro “...dejando en la paz de Dios/ las almas de los que han muerto”.
Sgto. (r) Luis Hidalgo. C.I: 3.027.771-2
Nota: apuntes tomados del libro Memorias y anécdotas de la “Yerbatera” del mismo autor.
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