Deportes | 09 Mar En marzo del año 1962, el basquetbolista estadounidense Wilt Chamberlain (2.15 metros de estatura y 117 kilos de peso) conquistó el récord de conversiones en un partido con 100 puntos en su haber, en el partido que su equipo, los Warriors de Filadelfia derrotaron a los Knicks de Nueva York.
A los 25 años, Chamberlain ya había consolidado una carrera basada en una constante y espectacular excelencia. Desempeñándose con los Warriors de Filadelfia en partidos realmente magníficos.
El jugador ya tenía el récord de 78 puntos, pero luego vino el que posiblemente nunca pueda superararse: 100 puntos en un juego.
El centenar de puntos no fue un destello de grandeza momentánea, sino que fue una avalancha de anotaciones, que muy probablemente nunca será ni siquiera igualada.
El nombre de Chamberlain quedó registrado en todas partes, principalmente en muchos libros de la NBA o simplemente otros donde aparecen los récords más increíbles.
Esa noche en el Sports Arena de Hershey, Chamberlain estableció otros récords: más puntos en un cuarto, en un tiempo, el que más lanzamientos de cancha realizó y que más convirtió con un promedio infernal, el que más libres anotó y a su vez se convirtió en el goleador de la temporada de la NBA 1961-1962.
El partido de los 100 puntos fue un anuncio hiperbólico del ascenso del atleta de color en el básquetbol. Ningún astro de la NBA, se acercó hasta el momento al récord de Chamberlain, solo Kobe Bryant, actual jugador de los Angeles Lakers anotó 81 tantos en enero de 2006 , mientras que Michael Jordan convirtió 69 puntos.
Wilt Chamberlain falleció en el año 1999, y según su hermana, en declaraciones realizadas a la prensa estadounidense, hace unos pocos días, el jugador nunca fue de hablar mucho de esa hazaña, demostrando una gran humildad a través de su carrera deportiva y de su propia vida.