La viabilidad del sistema

Rurales | 11 Mar El Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), brinda un servicio de programación de riego para todo productor, técnico, cooperativa, industria o institución que quiera alcanzar un uso eficiente del agua de riego, independientemente del sistema de riego que utilicen, el cual se puede conocer a través de www.inia.org.uy
El ingeniero agrónomo Claudio García, investigador en riego de INIA Las Brujas y responsable del servicio, explicó a Conexión Tecnológica que es un servicio pago que se contrata para cada área bajo riego durante un año, con el objetivo de optimizar la eficiencia en el uso del agua y ajustarse a la demanda del cultivo.
García dijo que “el servicio comprende la caracterización del predio en base al muestreo de suelos, determinando el perfil y las propiedades físicas de los mismos, y realizando el seguimiento del cultivo a lo largo de la estación de crecimiento hasta la cosecha, estimando el consumo a través de ecuaciones empíricas con datos agro climatológicos recabados en forma automática a partir de alguna estación meteorológica cercana o alguna que el INIA coloque en la zona”.
“En base a esos datos, se hace un balance hídrico --considerando además los ajustes que sean necesarios según indiquen las visitas que se hacen al predio -- y se hacen recomendaciones en forma automática, que cada usuario consulta a través de internet con su contraseña, de forma de saber cuándo y cuánto tiene que regar”.
“El servicio se encuentra disponible en todo el país y para todos los cultivos. Hubo primero una fase experimental y de validación con productores a principios de la década del 2000, y luego comenzó a funcionar a una escala más importante. Actualmente hay experiencia por ejemplo, en frutales, papa, olivos, soja, arroz, pasturas, maíz, sorgo granífero y forrajero. Se están monitoreando en el entorno de las 1.000 a 1.500 hectáreas, con un crecimiento importante, sobre todo en los últimos dos años,” señaló.
Opción viable
En esta época de intensificación productiva, el riego tímidamente se va imponiendo como una opción viable en predios agrícolas, lecheros y ganaderos de diferente escala, permitiendo disminuir los riesgos y aumentar la producción. El tema fue uno de los centrales en oportunidad de presentación de la expoActiva, por lo que a partir de la exposición, puede quedar definitivamente instalado en el tope de la agenda agropecuaria uruguaya.
Según el representante de la empresa Deinur S.A., Eduardo Pick, son varios los factores que están motivando que la gente piense en el riego, pero fundamentalmente es el costo de la tierra el que está obligando al productor a hacerla cada vez más productiva y eficiente. “Una de las herramientas para lograrlo es el riego, por lo que está pasando a ser un insumo más, como el fertilizante. Además, hoy los valores de los granos hacen posible pensar en la inversión en riego y hay también empresas ganaderas que lo implementan en una pequeña área del establecimiento para asegurarse suficiente forraje”, dijo.
Para el ingeniero agrónomo Daniel Ordoqui, gerente técnico de Tecnofarm SRL y representante en Uruguay de Rockink, “en relación al incremento del área agrícola, el riego ha aumentado muy poco o casi nada, principalmente por el desconocimiento de las distintas opciones. Sin embargo, a nivel de productores lecheros, a pesar de que los predios con riego son muy pocos en relación al total, se están adoptando distintas opciones que hacen la diferencia en períodos de déficit hídrico”.
Manifestó que en ganadería el riego es secundario, generalmente se realiza en predios donde existen represas y se hace alguna aplicación por escurrimiento en pasturas o cultivos de rotación, en áreas de cultivo de arroz en casos de extrema necesidad. Este sistema es muy ineficiente ya que es muy difícil obtener una lámina uniforme y requiere mucha mano de obra. Sin embargo, si bien son casos aislados, en Uruguay existen predios ganaderos con pivotes donde el riego se ha tornado imprescindible”. Por otro lado, el ingeniero agrónomo Emilio Duarte, técnico de la regional del litoral norte del Instituto Plan Agropecuario (IPA), explicó que “el pequeño productor ganadero está requiriendo del riego por precisar aumentar la producción de forraje y/o para cubrir algunas situaciones riesgosas del sistema, ya sea por baja escala o por la variabilidad climática propia de Uruguay en que, como tanta veces ha pasado, una seca en primavera/verano hace peligrar todo el sistema”.
Sistemas de riego
Además del riego por gravedad mediante sistemas que utilizan el escurrimiento superficial y la inundación, existen en el mercado una gran cantidad de equipos presurizados de riego, como los sistemas de cintas perforadas, cintas perforadas con difusores, aspersores convencionales, cañones, alas autoenrollables, sistema automático de riego (SAR), pivotes y sistemas de avance frontal. Cada uno de ellos con distintas opciones.
Duarte señaló que no hay un sistema mejor que otro, sino que cada sistema se tiene que adaptar a la realidad y recursos del productor. “Dependerá de los suelos, de los cultivos, del requerimiento de inversión, mano de obra e idoneidad requeridas para su manejo”, afirmó.
Según Ordoqui “el pivote central y el sistema de avance frontal presentan una eficiencia de aplicación de 85% a 90%. Es decir que de cada milímetro que se extrae de la fuente de agua, se aplica efectivamente el 85%. Por otro lado, el sistema de pivote, se diseña para cada situación, pudiendo abarcar áreas de 3 a 400 hectáreas, ser fijos o portátiles y con diferentes alturas. El sistema es automatizado, una vez programado el equipo cumple con lo solicitado en forma totalmente automática, pudiéndose programar distintas velocidades de avance para aplicar diferentes láminas en el mismo turno de riego, y ser manejados a distancia por telemetría.”
La novedad nacional es el SAR, que es un equipo de riego creado y desarrollado por ingenieros uruguayos de Deinur SA, mediante un proyecto que contó con el apoyo de la ANII, del INIA y de Facultad de Agronomía. Tiene dos alas telescópicas replegables y un sistema de programación computarizado. Según Pick, “es un híbrido entre un ala de riego y un pivote, que da mayor movilidad, posee automatismos que otros equipos no tienen, y se caracteriza además por regar con muy baja presión”.
“Se han desarrollado varios modelos de diferentes medidas de ala: de 38 metros, de 50, y está en desarrollo un equipo mini de 12 metros para casos de poco caudal y áreas para regar no muy grandes. Si bien ya se están entregando equipos, aún se está en un proceso de mejora continua y de aumento en la capacidad de producción de los mismos”.
“Deinur S.A. es una industria innovadora nacional de riego, destinada a brindar soluciones nacionales a los productores locales, con el consiguiente apoyo permanente tanto en lo relativo a la capacitación, como al rápido y económico acceso a los repuestos”, remarcó
Costos
“Los costos del riego dependen de muchos factores entre ellos, del equipo que se use, de dónde esté la fuente de agua, de los caudales que se dispongan, de la lámina que se quiera aplicar. Hay que saber de qué agua se dispone, a qué distancia y ver con qué energía cuenta el productor; con estos datos se estudia si es económicamente viable el riego y qué opción es la más conveniente”, señaló Pick.
Para Ordoqui, “el costo de un equipo de riego se debe medir no sólo por su precio e inversiones, ya que también influye su costo operativo y su eficiencia. Se debe diseñar un sistema de riego que abarque todas las posibilidades del predio, de manera de obtener la mayor eficiencia posible con el menor costo operativo. Un sistema que en principio aparece como más barato --por menor precio e inversión inicial-- puede tornar totalmente inviable el riego en un predio, por su alto costo operativo y/o baja eficiencia. Desde este punto de vista, los costos han disminuido, ya que actualmente se ofrecen sistemas con alta eficiencia y bajo costo operativo, de distintos tamaños y portátiles.”