Almagro dijo que “fue
un mal entendido”

Rurales | 10 Mar La exportación de menudencias y productos cárnicos hacia el mercado de China nunca se cortó y funciona actualmente “normal”, dijo en la víspera el canciller de la República, Luis Almagro, explicando que esta situación fue un malentendido. Sostuvo que esta afirmación surgió de un anuncio realizado por las autoridades de Administración Estatal General de Supervisión de la calidad, inspección y cuarentena de China (AQSIQ) a la embajadora uruguaya en ese país, Rosario Portell.
En las jornadas anteriores se afirmaba con total certeza que China restringiría la importación de menudencias procedentes de países que son libres de aftosa con vacunación y que Uruguay se vería muy afectado por esa situación. Incluso el director general de los Servicios Ganaderos, Francisco Muzio, confirmó días atrás a El País que los servicios sanitarios de China habían realizado ese anuncio.
Según informó El Observador, el planteo fue realizado por autoridades argentinas de “alto rango”, quienes manifestaron su “extrañeza” ante la apertura del mercado chino para Uruguay y Brasil, pero no para Argentina. Esto a su vez avivó la polémica que ronda sobre los dos países del Río de la Plata, vinculada a las trabas comerciales que impone el gobierno de Cristina Fernández.
Almagro afirmó que continúan los trabajos técnicos en función de la actualización de la información en temas sanitarios para concretar y aumentar el flujo de las negociaciones entre ambos países. El canciller agregó que las exportaciones de menudencias y otros rubros cárnicos de Uruguay a China continúan en forma normal sin ningún tipo de inconvenientes. De todas maneras, el gobierno de José Mujica no descarta evaluar la estrategia que sigue con Argentina --socio del Mercosur--, al tiempo que buscará en Brasil indicios de lo que sobrevendrá en la región en materia cambiaria y comercial.
preocupación
A nivel industrial preocupa la actitud “hostil” de Argentina y se reclama al gobierno que envíe en forma urgente una misión oficial a China --integrada por autoridades y técnicos-- para defender la calidad de la carne uruguaya. La información de que el mercado chino enlentecería sus compras cárnicas a Uruguay, luego de una protesta de Argentina que se sintió discriminada a pesar de tener el mismo estatus sanitario, generó malestar en nuestro país. China le compra carne a Uruguay y Brasil, que tienen un rodeo libre de aftosa con vacunación, y no acepta comprarle a Argentina.
evaluación
Almagro informó el jueves al portal de Presidencia que se evaluarán los resultados obtenidos en contactos mantenidos en enero y febrero con Argentina y a partir de allí “se decidirá la forma de encauzar las negociaciones”. El director nacional de Industrias, Sebastián Torres, informó a El Observador que se prepara una reunión con industriales, exportadores y el Pit-Cnt para “hacer una puesta a punto” de los problemas comerciales con el vecino del Plata. En ese encuentro se incluirán las restricciones a los servicios.
La hostilidad del socio del Mercosur para con el sector cárnico uruguayo había tenido un capítulo anterior cuando se negoció el ingreso de cortes de alta calidad a Rusia, señaló Daniel Belerati, director ejecutivo de la Cámara de la Industria Frigorífica. En declaraciones a radio Sarandí, Belerati afirmó que la actitud de Argentina “los sorprendió” y reclamó al gobierno que la misión oficial aclare en China que Uruguay no tiene riesgo sanitario.
normal
En opinión del vicepresidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Fernando Pérez Abella, el problema planteado es normal en la lucha de intereses comerciales y en este caso se transformó en un asunto de política exterior de China. Está claro que el argumento manejado por el país asiático se origina en la interpretación de un asunto administrativo en la normativa de la Organización Mundial de Sanidad Animal, referido a las menudencias y no a un temor del riesgo que pueda significar la fiebre aftosa a partir de los recientes focos ocurridos en Paraguay.
El industrial recordó que “Uruguay tiene un estatus sanitario totalmente distinto al de todos los demás países de América del Sur” y que por tal motivo le vende a mercados exigentes como el de Estados Unidos, México, Canadá y a países del Caribe, “donde ningún otro exportador del Mercosur puede ingresar”.