Deportes | 19 Mar La obligación será toda de Paysandú. A la Blanca no le quedará otra que ganar por 2 a 0 para clasificarse a la final de la Copa Nacional de Selecciones de OFI, luego de haber dejado pasar la oportunidad de quedarse con la victoria en casa, en el partido de ida de las semifinales ante Cerro Largo.
Paysandú cayó 3 a 2 y se le complicó el panorama, porque cuando se esperaba que pudiera rescatar un resultado favorable que le permitiera manejar el partido con tranquilidad en Melo el sábado próximo, tendrá sobre sus espaldas una mochila pesada, que lo obligará a salir a matar o morir en búsqueda del resultado que le permita sellar el pasaje a la final.
El equipo sanducero pagó caro sus propios errores, al punto que generó los cinco goles del partido, dado que Cerro Largo aprovechó los yerros defensivos de Paysandú para anotar en tres oportunidades, lo que le permitió quedarse con la victoria. Los orientados por Ramón Silvera tuvieron un buen desempeño en la primera parte, pero como esos errores hasta increíbles fueron un mazazo demasiado duro de asimilar.
Ya en el complemento, al que salió con el único objetivo de dar vuelta la historia, la Blanca intentó, quiso, se olvidó del fútbol –que pasó casi exclusivamente por los intentos del ingresado Caratte—, pero encerró a su rival en su campo y pudo haber igualado. Pero así como contó con algunas ocasiones para el empate, Paysandú pudo haber terminado goleado si Cerro Largo concretaba las claras ocasiones de gol que generó de contragolpe, con un rival jugado al todo o nada.
Más allá de todo, de que Paysandú mereció otro resultado y terminó pagando caro sus propios pecados, de que el equipo no ha aparecido en toda su dimensión a lo largo del campeonato, de que se podrá discutir alguna variante, es justo decir también que está pagando el hecho de algunas renuncias por diferentes motivos, y lesiones, sobre todo en la última línea.
Esas ausencias se suman --y se sienten a esta altura del campeonato-- a las de los expulsados Parodi y Patritti, dos valores fundamentales de mitad de cancha hacia arriba.
El primero volverá el sábado, y el segundo se despidió del torneo. Y es demasiada ventaja más allá de todo lo que se pueda decir y escribir. Paysandú no ha rendido ni cerca de sus posibilidades a lo largo del campeonato, aunque tuvo muy buenos pasajes; pero, pese a todo, está entre los cuatro mejores.
Eso sí: el sábado próximo deberá aparecer en toda su dimensión para poder clasificar. No hace falta decir que los jugadores tendrán que dejar todo, porque eso sucede partido a partido. Pero sí deberá aparecer el fútbol, el buen juego; habrá que limitar a la mínima expresión los errores y maximizar las virtudes del equipo. Porque no habrá otra: será la última chance que tendrá el plantel para demostrar que, pese a todo, puede pelear el campeonato.