Paysandú, Miércoles 21 de Marzo de 2012
Locales | 18 Mar Solicito este espacio que me permita, como ex trabajador de Salto Grande, expresarme sobre el cobro de premios y réditos del ingenio eléctrico, que se le debe a los trabajadores desde la terminación de la obra.
Estando trabajando en la planta de celulosa de Botnia, en Fray Bentos, un día la prensa llama a trabajadores de las obras de Salto Grande a hacer un reclamo colectivo, ante la constructora Salto Grande, madre del complejo. El que citaba era un abogado Sanguinetti y nos explicaba el cometido del reclamo después de darle un recibo oficio y la firma en el reclamo colectivo, más la constancia de trabajo, que decía “Subestación reductora de Salto Grande, San Javier”.
En 2006, más o menos, a este abogado le di el poder y él me explicó, con textuales palabras: “mire Álvez, yo le voy a reclamar ante el Ministerio de Trabajo, la liquidación que se le tenía que haber pagado al salir de la obra, por supuesto según las leyes legales a la altura de hoy. No es mucho, pero sí lo grande en el reclamo son los réditos del dinero no pago en aquella época, porque estábamos en gobiernos de transición o golpe de Estado”.
Según la empresa Salto Grande, el que tenía --después de terminada la obra-- que reclamar era el Sunca, representante de los obreros, pero como estaban cámaras y gremios disueltos, no lo podían reclamar los hermanos obreros a Argentina. Cobraron y la empresa quedó con el dinero de los obreros uruguayos, y lo giró a Buenos Aires la gobernación de esa ciudad al gobierno de facto, o sea, a los militares, quienes le dieron entrada en la caja recaudadora de rentas generales y allí está hasta hoy. Quiere decir que estuvo generando réditos la liquidación de los obreros de Salto Grande de aquellos tiempos, y eso voy a reclamar.
Esto me dijo el abogado en Fray Bentos. Como yo había trabajado en Fray Bentos para Salto Grande, hice el reclamo ya que mi pequeña liquidación no liquidada, porque el único que podía reclamar era mi gremio, pasó a generar réditos desde la terminación de la obra.
Desde entonces ha cruzado mucha agua por las turbinas de Salto Grande y este reclamo no se ha llevado a la última reunión en la represa que estuvieron presentes Cristina Fernández y José Mujica, con su señora. Veinte trabajadores hicieron contacto con los mandatarios y pidieron esclarecimiento y le prometieron soluciones. Porque el señor Mujica y la senadora también habían sido marcados por el sistema de facto y lo comprendían y prometieron ayudar a hacer justicia, porque veían que sobre la obra binacional cruzaban productos, ahora trenes y se generaban divisas para el país y muchos murieron sin cobrar el premio. ¿Por qué digo premio de liquidación? Porque los inversionistas de esta obra son justos, mandan el dinero dentro del presupuesto global para los obreros como agradecimientos porque ellos aplicaban el crédito internacional, más los tiques de comida y los capitales versus seguridad. Mucho dinero baila alrededor de la obra y muchas veces queda atracado, como éste que está en las arcas del gobierno actual. De los 6.000 que trabajaron, hay 1.700 que se presentarán. Usted se preguntará por qué este dinero no ha sido cobrado por los ex trabajadores de Salto Grande, por qué sus cinco abogados no han podido romper el sello de plata de Rentas Generales y cobrado. Estuve averiguando por legisladores del departamento y me comentan que hubo negligencia de parte de los cinco abogados, de no meter el documento de la constructora Salto Grande en una comisión de Derechos Humanos que tienen las cámaras legislativas. Sí señor, allí tenía que haber comenzado, entonces esa comisión averiguaría si el dinero en tiempos de dictadura caminó y entró en Rentas Generales como superávit del momento y si a la comisión del senado la empresa le mandó dicho documento, entonces palo y chimango a la bolsa.
Entonces ahora cuando la abogada y la comisión que lidera con cuenta colectiva de ex trabajadores de Salto Grande en Abitab, con ese respaldo viajen a Montevideo a entrevistarse con nuestros mandatarios, que están idóneos en la materia ya que muchos de ellos cobran sueldos de prisión y guerra por esta oficina (que medió Derechos Humanos) y con la gentileza de los mandatarios nos paguen por las obras de Salto Grande, que hoy a todo lo largo del país generan divisas, herramientas construidas por los obreros de la construcción y desde ya pido al Sunca que se involucre con los verdaderos compañeros que somos los de abajo, los obreros que sostienen al gremio. Carlos Álvez
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