Alcoholimetrías y uso de radar

Locales | 20 Mar Varios procedimientos cumplió la Unidad de Movilidad Urbana de la Dirección de Tránsito de la Intendencia, en el marco de los controles rutinarios que habían sido adelantados por el director del área, Haroldo Canoniero, y el jefe de Movilidad Urbana Jorge Bartaburu.
Quince motos y 100 multas
El fin de semana, entre viernes y domingo, fueron retiradas de circulación 15 motos y se aplicaron más de 100 multas.
El viernes sobre la medianoche los controles se realizaron en la zona de avenida Salto y Bulevar Artigas, donde ocho inspectores de tránsito apoyados por funcionarios policiales secuestraron siete motos e impusieron más de 35 boletas por infracciones.
La mayoría de las motos, cinco de ellas, fueron quitadas por tener “roncadores”. Otras dos motos, ambas de 110 centímetros cúbicos, fueron quitadas a dos menores de 15 y 16 años que -obviamente- no contaban con la habilitación para conducirlas, ya que el máximo a esa edad es de 50 centímetros cúbicos.
Entre las más de 35 boletas, varias se hicieron por falta de casco protector y falta de libreta habilitante para conducir.
sábado y domingo
inspección móvil y fija
En la tarde del sábado, el grupo de inspectores, en este caso apoyados por policías de la Seccional Tercera, hicieron operativos móviles en el cuadrante de Rodríguez Nolla, avenidas Italia y República Argentina y Ciudad de Young. En la noche, realizaron operativos en distintos puntos de la ciudad, como en avenida España y Guayabos. En esa jornada se detuvieron cuatro motos y se confirmaron dos alcoholímetrías positivas.
El domingo se hicieron fiscalizaciones de tarde y de noche, con el mismo sistema de estar en distintos puntos de la ciudad. En la jornada dominguera también fueron cuatro las motos secuestradas. Estas otras ocho motos también se detuvieron por falta de documentación, falta de luces, o por no tener la chapa matrícula.
Faltas graves
Entre las faltas que justifican el retiro de circulación de una moto, además de las lógicas de falta de libreta de propiedad, de licencia de conducir, o ser menor de edad, cabe recordar que se consideran faltas graves que ameritan el retiro de la moto el circular en un vehículo que tenga modificaciones estructurales no aprobadas por un técnico.
Una de las más comunes es “estirar” la moto, para lo que se cambia el horquillón trasero por uno más largo (hecho que no cambia sustancialmente el andar de la moto) pero también se cambia la horquilla delantera, quitándole la suspensión. Esto sí implica cambios importantes en el andar, al extremo que al no tener suspensión cualquier desnivel en el bitumen -y ni hablar de pasar por un pozo- hacen que se pierda la estabilidad y el motociclista pueda caerse causándose daño a sí mismo o a terceros. Si una moto así modificada es detenida por los inspectores de tránsito, será retirada aunque tenga los demás requisitos cubiertos.
Hay 23 inspectores
Jorge Bartaburu dijo a EL TELEGRAFO que hay 23 inspectores trabajando en la fiscalización. Con ellos se conforman dos turnos de lunes a jueves y tres turnos de viernes a domingo, por lo que en estos días prácticamente se cubren las 24 horas.
Del total de funcionarios doce están habilitados para utilizar el único espirómetro con que cuenta la Intendencia, y que fuera donado por la Unasev. Los otros tres que había ya no pueden ser calibrados al haber cerrado la empresa importadora.
En el caso de la Policía, también eran de la marca ahora sin respaldo, por lo que cuentan con otros. También se realizan, “pero son esporádicos”, controles con el radar Falcon que tiene la Intendencia para medir la velocidad de los vehículos. “El mayor problema en los siniestros de tránsito, según las estadísticas, se da en el centro y no por alta velocidad, sino por imprudencia”, explicó Bartaburu. De todas maneras, periódicamente se hacen controles de velocidad en la zona de la escuela de San Felix, en las avenidas, en Bulevar Artigas zona del liceo 4 y algunos otros lugares que ya son conocidos.