Paysandú, Domingo 25 de Marzo de 2012
Policiales | 23 Mar No es un tema nuevo en la campaña de nuestro país, pero también es de difícil solución para los productores que ven como su trabajo y esfuerzo comienza a desplomarse con el constante asedio de ladrones, que armados y en vehículos, matan y faenan permanentemente lanares y vacunos. Esto les sucede desde hace varios meses y sin resultados en cuanto a reducir los hechos delictivos, a productores del Este del departamento, en especial a los cercanos a centros poblados, carreteras o caminos vecinales.
En conocimiento de los problemas que se agravan a medida que pasa el tiempo, EL TELEGRAFO inició un relevamiento con varios productores, quienes solicitaron no ser nombrados “porque sabemos de varios casos que al haber denunciado, los agarran de hijo y de ahí en más te matan el ganado todos los días”.
Criadores de ganado vacuno, y en especial de ovinos, que van desde Guichón a Piñera –tanto por el camino de abajo como el de arriba--, y también de Guichón al norte por Ruta 4, coincidieron en manifestar que “nos están carneando abierto; matan con balas y así como matan al que van a llevar, también te dejan alguno tirado con un balazo”. Comentaron que a veces recorriendo la majada, se encuentran con lanares que presentan una “bichera extraña” y “nos preguntamos como pudo lastimarse en esa zona, porque indudablemente a un lanar no le encontrás fácilmente el orificio de una bala”.
pérdidas
Tras el sondeo realizado, los productores analizaron las pérdidas constatadas entre la declaración jurada de junio 2011 a fines de febrero, y las mismas oscilan entre 60 y 100 animales cada uno. Si analizamos que en su gran mayoría “los chorros son selectivos” y procuran fundamentalmente borregas u ovejas, los precios de cada animal –tomando en cuenta los precios de este martes en el remate de Plazarural de la categoría borregas--, cada una se comercializó en U$S 123 ($ 2.400).
De esta forma, el que sufrió el abigeato de 60 animales, perdió alrededor de U$S 7.380 ($ 147.600), y a quienes le mataron 100, e incluso en algunos casos algo más, han perdido a manos de los ladrones U$S 12.300 ($ 246.000).
Esto sin contar las planteleras –producto del mejoramiento genético de los animales--, cuyo precio puede oscilar en U$S 300, ($ 6.000) “e incluso me han matado algún carnero de cabaña de más de U$S 1.000 ($ 20.000), y los generales oscilan entre 400 y 500 dólares. Fijate que para comer te matan este tipo de animales”, dijeron.
Otro de ellos ironizó: “a mí desde que les dejé el descarte de ovejas cerca de la ruta no me han matado más. Saben hasta qué carne les conviene”.
duele
“Esto nos duele a todos, sean productores chicos, medianos o grandes, porque el esfuerzo diario para tener todo en orden, dosificar y bañar el ganado es importante, y la impotencia por lo que sucede es aún más grande, porque estamos perdiendo lo que ganamos con nuestro laburo y nadie nos protege”, manifestaron los productores, entre compungidos e indignados.
“Lo peor es que no podemos hacer nada, porque si nos armamos y les disparamos, después nos detienen y nos demoran a nosotros, pero fundamentalmente no podemos hacerlo con el personal del establecimiento, porque no los vamos a exponer a que les peguen un tiro, porque andan armados y el problema puede ser mayor”.
Hoy se debe hablar de productores “que tenían ovejas”, al citar casos de gente que está situada entre Guichón y la colonia José Batlle y Ordoñez, pero también antes de fin de año a un productor chico le faltaron más de 10 vacunos, “y esa es una pérdida aún más importante, porque prácticamente quedó sin nada”. Otros residentes en la colonia Juan Gutiérrez también confirmaron la pérdida de lanares, lo mismo que quienes están en la cercanía de Piñera.
El potrero
Asimismo productores de la Ruta 4 sufren la constante pérdida de su ovejas. “Llevo tres lunes que levanto la carneada en el mismo potrero”, dijo uno de los damnificados. Consultado respecto a si una de las posibilidades es sacar a los animales de ese potrero frente a la ruta, manifestó que “es viable por unos días, pero es mi negocio y no voy a dejar ese campo despoblado”. Precisó que “ahora se viene el descole y después se van a encarnerar las ovejas; algunos tienen decenas de ovinos, pero otros varios cientos y se necesitan desparramarlas, porque no las vamos a tener en la casa dentro del jardín”.
Uno de los consultados explicó que en una oportunidad “estábamos trabajando el fin de semana en los corrales y no me faltaron ovinos, pero después volvimos a llevarlos al campo y volvieron a faltar”.
Otro precisó que de noche “se siente balar la majada, pero movés el vehículo para ver que pasa y disparan rápidamente y no descubrís nada porque de-saparecen de inmediato”.
policía
“Hablar he hablado con la Policía, pero hasta ahora no pasa nada”, dijo uno de los consultados. “Realmente no sé qué hace la Policía. Vos denunciás, vienen, miran y toman nota y hasta luego. Yo no voy a parar aquí y de alguna manera seguiré insistiendo hasta que alguien tome carta en el asunto y nos protejan”, señaló.
“Si no encuentran soluciones, que la Policía trate de aprender en algún otro lugar en donde hayan tenido resultados, porque cuando no sabés algo tratás de ir a la escuela. Si no sabés reprimir determinado robo, tendrás que aprender como se hace”, reflexionó. Sobre la actitud de la Policía y la utilización de armas, otro productor fue muy claro: “no debemos andar con rifles ni escopetas. Debemos dedicarnos a trabajar y la Policía a hacer su trabajo, el cual por el momento, no lo hace bien”.
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