Es optimista a mediano plazo

Locales | 21 Mar El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, se mostró preocupado por la situación del sector productivo citrícola pero dijo que “esto no es un problema nuevo, ni del año pasado, tiene varios años”, y que también demorará unos años en solucionarse. Sin embargo, dijo a EL TELEGRAFO que las empresas van a seguir trabajando aunque habrá que hacer ajustes porque la producción, mientras no se cambie el tipo de fruta, va a tener difícil colocación.
Aguerre llegó a Paysandú invitado expresamente por los diputados Gustavo Rombys (FA), Miguel Otegui (PN) y Walter Verri (PC) y brindó una charla sobre la situación del sector citrícola y lo que por él ha hecho el gobierno. Luego de exponer su punto de vista, brindó la oportunidad de que le hicieran preguntas.
Previo a la exposición habló con EL TELEGRAFO y destacó “la importancia económica y social que tiene para Paysandú y también para Salto”, señalando que “hay en Paysandú unas 6.000 hectáreas de citricultura dando miles de puestos de trabajo en época de cosecha y tiene la más larga tradición exportadora”. Recordó que “el 50 por ciento de la producción se exporta, y son alrededor de 80 millones de dólares”.
Dijo que ahora “tenemos un problema de competitividad con Europa, y Uruguay paga aranceles más altos que los competidores”.
Reconvertir variedades
En cuanto a la búsqueda de soluciones, dijo que “hemos trabajado durante casi dos años con el sector, y hay un plan estratégico a mediano plazo que tiene que ver con la reconversión de variedades, el riego, un plan de sanidad”.
“Pero los problemas no son de hoy ni del año pasado, ni de hace cinco años. Si bien tenemos problemas de competitividad también los tenemos de producción. Mientras nosotros producimos seis toneladas exportables por hectárea, Sudáfrica produce 16 toneladas. Tenemos árboles con una edad promedio de 20 años. Sudáfrica tiene de ocho años. Tenemos el 45% de la superficie con riego, mientras que una producción moderna requiere más”.
Sin embargo, dijo que “tenemos cosas buenas, como una tradición exportadora, un complejo empresarial que, si bien está concentrado en cuatro o cinco empresas, también hay casi 500 pequeños productores que están trabajando”.
En una tormenta
Aclarando que “van a ser años difíciles para la citricultura”, afirmó que “tenemos claro que hay que salvar a este sector que atraviesa una tormenta por la importancia económica y social” y que el Estado ya ha hecho cosas. A manera de ejemplo dijo que “se duplicó la devolución de impuestos, se modificó la tasa de prefinanciación de importaciones, se modificó la tasa de intereses de la deuda”.
Recordó que muchas de las empresas “están en el sector desde hace 30 o 40 años y acá hay problemas por decisiones que se tomaron hace ocho, diez o quince años. Hay un problema de endeudamiento que se viene arrastrando desde hace más de 20 años”. En este sentido, dijo que “son actividades empresariales con riesgos, hay decisiones empresariales y cuando un empresario las toma, asume el riesgo”. Mientras, “el gobierno está sensibilizado con esto, primero por los puestos de trabajo que genera, segundo por la sensibilidad social, tercero por la importancia de las importaciones y cuarto porque creemos que en el largo plazo puede crecer, tenemos expectativas de conseguir mercados que hacen la diferencia”.
“lo que pudieron”
Sobre si los empresarios no hicieron todo lo que debían en cuanto a inversiones, Aguerre sostuvo que “hicieron lo que pudieron frente a una situación de endeudamiento que vienen arrastrando hace muchos años y se complicó más por los problemas de competitividad frente a otros países que producen con mayor productividad que lo que hacemos nosotros”.
Dijo que la solución podría darse por la apertura del mercado estadounidense a los cítricos uruguayos, sobre lo cual indicó haber viajado “dos veces para tratar de resolverlo. La etapa técnica está terminada y hoy dependemos de trámites administrativos”.
Consultado sobre qué pasará en esos años difíciles y cómo harán las empresas para mantenerse y los trabajadores conservar sus fuentes laborales, Aguerre dijo: “Creo que no va a haber problema con el volumen a cosechar, sino que el producto tenga precio para competir. Será una situación tremendamente compleja, pero con las empresas trabajando”.