Opinion | 25 Mar Entre las obligaciones ineludibles de todo gobierno está el tomar las providencias necesarias para brindar beneficios o solucionar problemas que se presentarán en el futuro. Es en ese sentido que resulta necesario, casi diríamos apremiante, abordar una planificación que considerando la situación actual y las proyecciones realizadas se prevea.
Hay hoy en Paysandú, especialmente en la ciudad, situaciones de toda índole, tanto edilicias como viales o urbanísticas en general, que prueban la validez de nuestras afirmaciones. Tanto pueden verse aspectos que fueron previstos y hoy no ofrecen dificultades como otros que no se tuvieron en cuenta y actualmente son un problema de difícil solución. Es por esto que las diferentes situaciones y posibilidades deben ser abordadas sin dilaciones para, fundamentalmente, tomar las previsiones del caso pensando en obras que podrán ser llevadas a cabo en pocos o muchos años.
Aparece como necesario que un grupo técnico municipal, o varios, analicen las diferentes áreas de crecimiento de la ciudad, por ejemplo, y se emitan conclusiones que puedan o no recomendar medidas inmediatas como puede ser la reserva de un determinado espacio, o el establecimiento de un fondo económico para la realización de ciertas obras en el futuro.
Al respecto, cabe recordar que la Intendencia Departamental cuenta con una herramienta que a la larga, en el futuro, puede ofrecer soluciones muy efectivas ante situaciones puntuales.
Es facultad del Gobierno Departamental el designar para expropiar predios, edificios, servidumbres, etcétera con la finalidad de realizar en el momento necesario las obras correspondientes para un mejor servicio público. Para expresarlo sintéticamente, el Ejecutivo Departamental puede designar una propiedad para ser expropiada y si esta determinación es aprobada por la Justicia, se procede a la inscripción de la resolución en el Registro de Traslaciones de Dominio quedando de esa manera retenida.
Un ejemplo de lo que expresamos es, precisamente, el caso de la casa natal de Alfredo Gobi, en nuestra ciudad, retenida varias administraciones municipales atrás, y en algún momento será destinada a homenajear al gran músico sanducero, el primero que llevó el tango a Europa y Estados Unidos.
Pero, lo importante es hoy definir claramente lo que pensamos debe ser el futuro de la ciudad y que vamos a hacer al respecto.
Examinemos algunas situaciones. El Palacio Municipal, por ejemplo, hace mucho que resulta insuficiente y el problema se ha venido paliando dispersando servicios en residencias que son propiedad comunal o alquiladas. No hay nada más lógico que construir un nuevo edificio y aparecen en primera instancia dos grandes posibilidades. Por un lado construir una torre en los predios municipales existentes frente a la Plaza Constitución por 18 de Julio, que tienen salida también por calle Rincón o levantar una construcción en los predios municipales ubicados en el entorno de actual Palacio y unirlos a este de alguna forma, por ejemplo por medio de túneles aéreos en lo que podría conformarse un complejo de características espectaculares.
En momentos en que se dan a conocer pasos muy concretos en el plan de recuperación del “Florencio Sánchez” surge como de toda lógica que se dote al segundo teatro del Uruguay de un entorno más adecuado que valorice aún más la obra. Y, ya que estamos en la zona, debe preverse que el edificio de Jefatura de Policía y el cuartel de la “Urbana” resultan absolutamente inadecuados para la función que cumplen actualmente y que, por un lado habría que construir un nuevo edificio más apto para el Ministerio del Interior y el actual con toda justicia debería ser convertido en un Complejo Cultural “Basilio Pinilla”, que albergue museos, exposiciones y muestras permanentes y que fuese sede del Instituto Histórico de Paysandú, que algún día se creará.
Es imposible, ni aún “a vuelo de pájaro”, abarcar todos los aspectos cruciales de la previsiones que deben tomarse; sólo recordemos, porque parece clave para un futuro inmediato, lo referente a los futuros accesos al Puerto de Paysandú.
La Intendencia Departamental ha demostrado que esta preocupación no le es ajena tanto con el cambio que se está operando en la calle 18 de Julio como con el anuncio de la posible construcción de una nueva terminal de ómnibus, por lo que sería de total oportunidad la conformación de un equipo técnico que encarara la proyección de Paysandú hacia el futuro ya sea en los próximos diez, veinte o cien años.