Opinion | 24 Mar Todo indica que tras un prolongado período de estudio y evaluación de los pro y los contra de la idea, nuestro país se lanza por fin de lleno a la “conquista” de la energía solar para el consumo doméstico, mejor dicho para el calentamiento de agua, y con ello tender a abatir significativamente el consumo mensual eléctrico de quienes decidan instalar un colector solar en su casa.
No es poca cosa, realmente, por más de una razón, por cuanto es notorio que el Uruguay padece de un déficit en materia de disponibilidad de potencia energética, sobre todo en los días pico del invierno y el verano, y que a partir de determinado nivel la generación de UTE se encarece significativamente al tener que apelar en determinada medida a la producción termoeléctrica en base a derivados del petróleo o a la compra de electricidad a países vecinos, que resulta aún más cara.
Es así que desde el jueves ha comenzado a instrumentarse el Plan Solar, que en principio apunta a que unos 130.000 clientes de UTE de todo el país, con consumos por encima de los 400 megavatios mensuales, instalen un calentador solar que permitirá que el agua ingrese con un precalentamiento al calefón y al sistema de agua caliente del hogar, que representa aproximadamente el 37 por ciento del total del consumo eléctrico.
Durante el primer año de la compra del aparato, que en el mercado tiene un valor de entre 1.500 y 2.200 dólares incluyendo instalación, se podrá contar con un subsidio de UTE de 4.200 pesos, a lo que se agregará el ahorro en la factura mensual, en tanto también el Banco Hipotecario instrumenta una línea de crédito especial equivalente a unos 2.400 dólares, a cinco años de plazo y con una tasa de interés del ocho por ciento.
Con estas facilidades, UTE espera que miles de hogares se incorporen en los próximos años al Plan Solar, que se convierte de esta forma en el primer gran plan masivo de reconversión energética que se aplica en el Uruguay con el fin de reducir el consumo eléctrico. Sin embargo debe reconocerse también el esfuerzo que hiciera el ente durante el gobierno del Dr. Vázquez, al entregar una lámpara de bajo consumo con la factura de energía de cada hogar. Si bien la escala de la campaña no es comparable con la que se estaría implementando ahora, tuvo su impacto positivo desde que aún el usuario más reacio a cambiar por estas lámparas de mayor eficiencia, tuvo la oportunidad de probarla sin tener que gastar en comprarla, y así muchos se convencieron de las ventajas de éstas con relación a los tradicionales bulbos incandescentes.
El proyecto actual promete ser mucho más interesante aún, puesto que la instalación de los colectores permitiría un ahorro promedio del veinte por ciento anual en el hogar. Desde el punto de vista global, UTE aspira a que la incorporación masiva de los equipos en hogares y pequeñas y medianas empresas permitirá que el ahorro represente en 2015 el equivalente al uno por ciento de la matriz energética total, de acuerdo a lo manifestado por el director nacional de Energía, Ramón Méndez.
Pero sobre todo --y en este sentido tiene razón el jerarca--, el desarrollo del programa de referencia también conlleva un cambio cultural para la sociedad uruguaya, si se tiene en cuenta que fundamentalmente por comodidad y prescindencia existe poca concientización respecto a la necesidad de eficiencia energética y tener en cuenta factores medioambientales, además de la situación del país en materia de disponibilidad energética.
Pero debe tenerse presente asimismo un factor que no ha sido mencionado debidamente en las evaluaciones de jerarcas de UTE y del propio gobierno, y que es que hasta ahora no se habían presentado alternativas reales a los usuarios para abaratar el costo de la energía, ya que si bien se habla de ahorrar y racionalizar el gasto, seguramente en la enorme mayoría de los hogares y empresas hace rato que se está ahorrando e intentando racionalizar.
Y si como esperamos, la incorporación del colector solar conlleva que efectivamente haya un ahorro en la factura mensual, seguramente el programa va a tener el éxito que se espera, en especial con los planes que ofrece el Estado a través del Banco Hipotecario, que permiten pagar todo el sistema y su instalación con lo que se ahorra en la factura. Pero de ello solo podrá dar cuenta el paso del tiempo, con los hechos, que esperamos confirmen las expectativas y las buenas intenciones que inspiran al programa.