Locales | 07 Abr La diversidad es la clave este año en las plazas de comidas. En los años ochenta, la Semana de la Cerveza --aunque sería injusto decir que solamente en ella se ofrecía ese tipo de comida rápida-- se ganó el mote de “la semana del chorizo”. Es que los grandes carros (de “El Galleguito”) dominaban la oferta con chorizos y frankfurters. Ni siquiera habían llegado aún las hamburguesas.
Pero, con el paso de los años, la oferta fue ampliándose y mejorándose. En los años noventa aparecieron los primeros restaurantes dentro del predio ferial, en el sector sur. Luego este modelo fue descontinuado, pero la variedad de comidas fue siempre en aumento. Hoy hay una gran cantidad de posibilidades en los patios. Se pueden degustar los clásicos chorizos con diferentes salsas y gustos a 60 pesos o el chorizo criollo a 40 pesos. Los frankfurters no ceden terreno, a 30 pesos, y los frankfurters con panceta a 60 pesos.
Pero hay mucho más. Se puede disfrutar de un clásico asado, con tripa gorda, chinchulines, riñones y otras achuras; paella a 170 pesos la porción o 300 las dos porciones; shaslik, papas fritas, hamburguesas, comidas criollas en el Museo de la Tradición, pastas como ravioles a 50 pesos; pizzas a 40 pesos la porción o 140 pesos la entera. Y otras comidas, sin dejar de lado los snacks, como el pop salado a 50 pesos el “gigante”.
Y en bebidas, la oferta también es variadas, desde los refrescos hasta el vodka. La clásica cerveza se vende a 100 pesos el litro si es de barril o a 90 pesos el litro si de botella.
Recorrer el predio, extenso e interesante, da hambre y sed. Hay muchas posibilidades para saciar el uno y la otra.