Deportes | 09 Abr Sí, el encuentro de la familia Tonarelli en Paysandú, no solamente nos trajo a Luis Artime, sino que además nos permitió poder conversar con otra notable figura del deporte, en este caso el ciclismo, Dante Sudatti, quien defendiendo la camiseta de Peñarol, ganó la Vuelta Ciclista de 1952, integrando aquel trio tan mentado de “Debenedetti, Sudatti y Donatti”, este último ganador de la recordada Vuelta de un año después.
Sudatti tiene 82 años, llegó de Italia a nuestro país con 20 años de edad, corrió aquí desde 1951 a 1957. “No tengo hijos, hace unos años perdí a mi esposa y actualmente tengo a mi compañera, Mirta Tonarelli. De allí su participación en el encuentro familiar y justo en la semana de la clásica Vuelta.
Jovial, físicamente en muy buen estado, predispuesto a conversar de ciclismo, del de su tiempo, porque “ahora estoy alejado del mismo. Sucede que a mi me gustaba correr, eso, correr, cuando dejé de correr, ya como que me aparté un poco”.
LA VUELTA DEL ‘52
“Yo vestí la malla oro como en tres oportunidades y en otras tantas las perdí. Al final le gané a Luis Pedro Serra por 15 segundos de diferencia”
-Peñarol tenía un gran equipo.
“El gran equipo se formó después. Corríamos con Donatti, Debenedetti, y alguno más. Después llegó Serra, más tarde Tiscornia.
-Esa vuelta como que marcó un cambio, varias etapas se definieron embalando.
“Lo que pasaba era que en aquella época había un grupo de corredores muy buenos, queda feo que lo diga, pero muchos opinan que en ese tiempo estuvo el mejor ciclismo uruguayo. Corredores muy buenos que no eran fáciles de sacarlos de rueda, había caminos feos. A la generación que estaba se le fueron sumando Serra, Tiscornia. Que me perdonen, pero el mejor ciclista de ese tiempo fue Luis Pedro Serra, era completo, tenía todas las condiciones, caminaba muy bien, era buen velocista, incluso en el velódromo, era buen perseguidor. Fueron años buenos para el ciclismo. Refiere al pasar lo ocurrido, cuando el tricolor Justo Lucerna le alcanzó una pinza a Aníbel Donatti que estaba detenido sin poder seguir, el mirasol siguió y después terminó ganando la Vuelta del ‘53, aquella que se le escapó en la penúltima etapa al fraybentino Juancho Tiscornia.
El ciclismo actual
“Soy una persona muy rara, a mi me gustaba muchísimo correr, eso me gustaba correr, por eso cuando dejé me alejé un poco del ciclismo. Y cuando uno pierde el contacto comienza a desconocer al atleta, y al no conocerlo pierde interés. Cuando estoy en Montevideo voy a ver la llegada de Rutas o la Vuelta. Entonces no puedo hablar del ciclismo actual”. “Chapatín”