Policiales | 10 Abr Un vecino de camino a La Tentación, cercano a Porvenir, denunció el pasado martes en la Seccional cuarta de Policía que había “personas extrañas” en un campo y que estaban arreando ovejas. Presurosamente, los efectivos de la Brigada Especial de Prevención y Represión del Abigeato (Bepra) y de la seccional fueron al lugar y encontraron a un adolescente de 16 años y dos motocicletas de diferente cilindrada. Un rato más tarde, en un predio donde hay un horno para ladrillos, encontraron una oveja faenada y otra que, aún viva, pendía de una rama.
Ubicado el dueño del campo, de 80 años, ratificó la denuncia ante la Policía y reconoció los ovinos muertos, agregando que le faltaba otro del cual no había rastros.
Los efectivos policiales de ambas reparticiones, trabajando en conjunto, siguieron con las investigaciones a efectos de esclarecer el delito y condujeron a la seccional a dos hombres, uno de 20 y otro de 18 años, así como incautaron dos motos, una de las cuales estaba requerida por hurto desde la Seccional Primera.
Al juez pasó únicamente el menor de 16 años, quien en presencia de su madre, de 53, reconoció que “un familiar lo invitó a carnear ovejas y vender su carne en la ciudad, por lo que fueron al campo denunciado en dos motos, mataron dos ovinos y los trasladaron a otro lugar para el desollado. En principio, el juez dictaminó que el menor fuera entregado a una persona responsable, que fueran liberados los dos jóvenes indagados --de 20 y 18 años-- que las motos quedaran a su disposición y la carne de las ovejas (que fueron recuperadas ya muertas) fuera entregada al denunciante.