Nacionales | 13 Abr Parsimonia que retrasa
Al igual que el vicepresidente, Danilo Astori, el presidente, José Mujica, reconoció que hubo “errores” a la hora de enfrentar la crisis edilicia en la educación, informó El País. En este sentido, Mujica expresó que “no se estuvo a la altura del gigantesco desafío”, al tiempo que criticó la dirección ejecutiva por no haber estado “a tono”. “Lo peor de todo es que teniendo dinero no se pudo gastar lo que se tenía que gastar. Y si se gasta apurado, se gasta mal”, destacó. Además, pidió responsabilidad, que se aprenda del error y que se atiendan “las necesidades de los muchachos”.
En su audición en M24, el mandatario señaló que “cuando se discutió el presupuesto, una de las conclusiones que dejaba el análisis era una fenomenal asignación de recursos que apuntaban al intento de refaccionar los locales de la enseñanza”. Para él, era evidente que se reconocía que durante mucho tiempo se habían postergado los trabajos de mantenimiento y remodelación.
Según explicó Mujica, fue mucho dinero para la tarea. Asimismo, dijo que desde la dirección de la enseñanza no se previó “la magnitud de los recursos y la magnitud del esfuerzo que había que hacer”. En este sentido, explicó esto en “un posible desconocimiento del mundo de la enseñanza”.
Luego manifestó que esta magnitud obligó a tomar medidas especiales, llegando a pedir un importante esfuerzo a la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), cuya participación tuvo resistencias “a nivel parlamentario” porque, según Mujica, “todos reconocemos, todos hemos padecido y somos conscientes de las trabas que el Estado tiene para ser ejecutivo”, publicó El País. Por esta razón, dio un especial énfasis a las “imposiciones del derecho público, que obligan a una parsimonia que va contra la ejecutividad” y dijo que “este es un hecho, y es una de las cosas que obliga a cambios trascendentes en el derecho público del Uruguay, se tiene que arrimar el derecho privado al público, no privatizar”, señaló.
No se estuvo a la altura
En cuanto a los locales, indicó: “No todos los edificios de la enseñanza son un desastre o hay retraso en todos, pero hay que reconocer que hay una cuota importante de retraso en esta atención y que no se estuvo a la altura del desafío teniendo los medios”. “Este es un error que cometimos y hay que hacerse cargo y aprender. Obviamente es un error consecuencia de otras cosas, porque no pueden existir 2.812 edificios dependiendo de una estructura centralizada como el Codicen, pero esa es otra historia”, manifestó el presidente. “La brutal centralización de todas las decisiones multiplica los escalones y dificultades. Para tomar decisiones mínimas no se pueden subir escalones y escalones. Si un baño se tapa hay que informar, y luego un arquitecto certifica la denuncia. No vendrá un señor veterano en materia de destapar caños, habrá que certificar y cumplir un largo proceso, lento penoso y difícil. Esto no es responsabilidad de quienes están al frente de la enseñanza, es el diseño de un aparato monstruosamente centralizado. Un aparato centralizado puede ser un anti sistema porque desata un conjunto de lógicas perversas”, concluyó.
La competencia como eje
Según publicó el portal de noticias Uypress, el senador de Dignidad Nacional, Sergio Abreu, criticó el monopolio de Antel en el acceso a la red y sostuvo que la entrada en la banda es lenta y cara. En este sentido, manifestó la necesidad de “tener un servicio en competencia regulado entre el sector público y privado”.
Abreu dijo que mientras “Antel gasta en forma escandalosa en publicidad sin la menor transparencia”, no permite que el dueño de un celular pueda cambiar de empresa y mantener el número. Esto es violatorio de los derechos del consumidor”, manifestó.
Por otra parte, se pronunció “a favor de la neutralidad de la red de Internet” y argumentó que “la competencia era el eje de la modernidad” y se pronunció en contra del “monopolio de hecho de Antel en el acceso a la red”.
También criticó la velocidad y el precio de la entrada en la banda. “Uruguay paga tres veces más que Chile y Argentina. Por 5 megabytes/ segundo, paga un 50% más que lo que paga Brasil por 10 megabytes/segundo. En Chile, 20 megabytes/segundo cuestan U$S 151; en Uruguay, 5 megabytes/segundo cuestan U$S 115, con una velocidad de bajada menor. En Internet, el costo de la velocidad de subida es cuatro veces más que Argentina, Brasil o Chile”, explicó.
Es necesario “tener un servicio en competencia regulado entre el sector público y privado bajo una regulación técnica y funcionalmente independiente”, dijo el senador.
Para Abreu “el perjudicado es el usuario, que paga más por un servicio más lento. ¿La solución es el monopolio de Antel?”, se preguntó y se contestó que no, que “es la competencia regulada entre los operadores públicos y privados”.