Ingeniero Agrónomo Fernando Villamil

Rurales | 15 Abr La zafra de invierno que está comenzando en nuestro país --cuando aún resta cosechar gran parte del área de soja-- presentará “una intención importante de área”, enfatizó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Fernando Villamil. Aunque aún no tiene la certeza si ocurrirá “en los niveles del año pasado, porque en aquel entonces venían acompañados al momento de la siembra de precios interesantes, y eso hoy no se están viendo”.
El profesional participó recientemente de la actividad promovida por la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran) en las instalaciones del Golf Club, donde la empresa presentó los planes de invierno. Villamil sostuvo que “es muy probable que el área que viene --si no tenemos ningún problema climático--, presente una intención importante de área”. De todas maneras, dijo que el sistema de doble cultivo que tiene el país, y de alguna manera la tendencia de los últimos años de crecimiento de área en la agricultura en su conjunto, “va a determinar que el área de trigo sea importante y genere una producción excedentaria. Vamos a tener una cosecha con un saldo exportable importante”, acotó.
“Venimos de un área de trigo histórica el año pasado, que superó las 600.000 hectáreas y uno de los rendimientos históricos más altos, por lo que tuvimos la producción más alta, superando los 2.000.000 de toneladas de trigo, con una performance memorable para la agricultura de secano en Uruguay”, recordó. Hoy, aunque caiga 100.000 hectáreas, que es una cifra muy importante, “igualmente estamos hablando de un área de 500.000 hectáreas, que con rendimientos por encima de los 3.000 kilos estamos cercanos o pasando el 1.500.000 toneladas”.
Para el reconocido consultor “hay un marco de incertidumbre importante y carecemos de información a nivel mundial y regional sobre balance, oferta y demanda, respecto a lo que puede acontecer en la próxima zafra de cultivos de invierno”. Recién en mayo “vamos a poder comenzar a contar con esa información, cuando el USDA en Estados Unidos comience a relevar información y comunicarla”, manifestó.
Por lo que se ve en el mercado, “son valores un poco más por debajo de los que tuvimos este año, posiblemente estemos hablando de niveles cercanos a los 230 dólares para el productor, que dependiendo de algunas variables importantes que faltan aún resolverse, como ser el tamaño de cosecha, balance regional, puede tener una volatilidad positiva porque el potencial de suba existe”, precisó. “Pero también hay potencial de baja, pero dependerá del balance regional, que incluye la cosecha de Brasil y Argentina y a nivel mundial la cosecha de maíz, en la cual el trigo tiene una referencia muy importante en nuestro mercado sobre ese precio”, acotó.
Cebada
Respecto a la cebada, Villamil aclaró que hay “más certezas” al ser un cultivo contratado por las malterías, “y tendrá una restricción de las malterías a no crecer el área. Si no tuviera un techo de mercado, la cebada tendría un área mayor todavía”. Pero el profesional fue más allá y analizó lo que puede suceder con la alternativa que se maneja hoy, “ya que los precios a futuro de la soja son muy buenos”, y en algunos casos no se descarta “hacer una soja de primera y no plantar trigo o cebada”.
La experiencia reciente “como la del año pasado no fue buena, ya que los cultivos de primera de soja no tuvieron este año un buen desempeño, incluso los márgenes de esos productores que hicieron de primera fue negativo. Se perdieron el ingreso del trigo y la cebada y lo que cosecharon por maíz o soja de primera no fue bueno”, aclaró.
Para Villamil “hay que ver si los niveles de precios que se pueden lograr por el trigo, de alguna manera, justifican los costos de producción y alguna expectativa sobre los márgenes adicionales que contribuyan en su conjunto, a pagar los costos fijos del establecimiento o la renta anual que se tiene sobre ese cultivo”.