Paysandú, Sábado 21 de Abril de 2012
Opinion | 18 Abr Que decenas de personas agredieran con piedras y golpes de puño a inspectores de tránsito que estaban realizando un operativo de control de rutina no sólo es un atentado sin justificativo alguno, sino una clara demostración de la pérdida del valor de respeto a las instituciones y a sus representantes.
El pasado domingo por la noche la situación se fue de las manos cuando no menos de 60 personas atacaron con violencia a varios inspectores de tránsito que realizaban tal tarea y sufrieron golpes y agresiones diversas.
Este tipo de situaciones deben ser consideradas dentro del marco apropiado, porque pretender que este hecho es una fotografía de toda la sociedad es incorrecto. No puede enjuiciarse a la sociedad sanducera porque varias decenas de personas hayan cometido una tropelía. Que merece, eso sí, el más claro y duro repudio. No es un asunto de la sociedad, aunque sí preocupa a esta y es esta la que puede buscar maneras de minimizar en el futuro situaciones como la vivida.
El problema principal es la pérdida del respeto a la autoridad debidamente constituida. Ese es un problema que no es reciente, pero que paulatinamente se profundiza. La figura del policía no es respetada como su uniforme merece; menos entonces la del inspector de tránsito. De nuevo, no se trata de la sociedad, sino de un sector que pretende desconocer esas autoridades, quizás llegar a la abolición de toda autoridad, jerarquía o control social que no le otorgue las “libertades” que requieren.
Pero aunque minoritario, es el sector que comete ataques y que desestabiliza a la ciudad, al menos en el sector donde se desarrollan esos incidentes. Para el caso específico de lo ocurrido el pasado domingo, sin lugar a dudas fue necesaria una presencia mayor de la Policía para contener y detener a más involucrados.
Cierto es que la Policía padece de la falta de personal, pero de todas maneras, es imprescindible que tenga capacidad de rápida y suficiente respuesta. Si hubiera un tumulto en un partido de fútbol en el Estadio Artigas, por ejemplo, parece lógico que se ponga en marcha un operativo de colaboración entre diferentes seccionales, Radiopatrulla, Grupo GEO y demás. Y rápidamente.
En lo ocurrido el domingo, prácticamente todos los atacantes pudieron huir. Más tarde incluso se paseaban pletóricos por el lugar. Están listos para otra, indudablemente. Y eso es lo que debe evitarse. Castigando a los infractores, a los violentos, se les escarmienta. Mientras puedan seguir huyendo volverán a levantar la mano y a cerrar el puño.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Abr / 2012
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
12
12
12
12
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com