Locales | 17 Abr El conductor de radio Esteban Alvarez se identificó como el conductor de la moto que le fuera incautada en la noche del domingo en el marco de un operativo de tránsito, pero negó que hubiera tomado parte en el tumulto y aseguró que solamente subió a la camioneta de la Dirección de Tránsito para evitar que las piedras que en ese momento eran arrojadas por la turba (para Alvarez al menos 60 personas, para otras fuentes alrededor de 200) destrozaran su moto.
Tras identificarse públicamente como el conductor radial involucrado, Alvarez pidió exponer su versión de los hechos. Subrayó que “me hago cargo y responsable del hecho de que yo conducía sin casco y de las reiteradas multas que tengo. Quiero solucionar el tema legalmente, como tiene que ser. Me hago cargo de lo que sucedió pero también pido que el director de Tránsito me pida disculpas personales y públicas, me devuelva el vehículo como tiene que ser y en la forma que yo lo entregué”.
Asimismo subrayó que “repudio totalmente los hechos que sucedieron porque me parece que estamos en una sociedad que tenemos que ser el uno para el otro”. Al contar los hechos, dijo que transitaba “con mi señora y mi hijo en la moto, veníamos tres, el niño con el casco y nosotros dos sin casco protector. Llegamos a Entre Ríos y Washington y paramos porque había unos compañeros ahí. En ese momento para una moto con oficiales de tránsito al lado nuestro. Me pidieron la documentación, lo que hice; estoy habilitado para conducir hasta el 2018. Entonces miro hacia adelante y había un control más grande de tránsito. En eso llaman a otro inspector de tránsito, que creo es el inspector Silva, que me dice que tengo que entregar el vehículo por reiteradas infracciones, además de la infracción de ese momento”. “Yo le pido para hacer una llamada para ver si tenía que entregar el vehículo o no. La hago y se me aconseja entregar el vehículo y que luego viera en el día de hoy (por ayer lunes) todo el trámite. Vino la Policía por si yo hacia un desacato pero, al contrario, estuvimos hablando civilizadamente como personas con los inspectores de tránsito, con la Policía también. Estuvimos alrededor de 20 minutos; yo no me bajaba de la moto porque quería estar seguro de qué hacer”.
“Cuando entrego el vehículo le pido al inspector de tránsito si la iban a cuidar de la manera que debían, yo se la había entregado en muy buen estado. El vehículo es una moto Honda Fan 125, que me costó 3.500 dólares aproximadamente. El inspector me dice que sí, que la moto va a estar controlada, que no le va a suceder nada”.
Mientras atan la moto en la caja de la camioneta, Alvarez pide un remise para volver a su casa con su familia.
“En ese momento estalla un tumulto en el control que estaba metros más adelante con golpes de puño con los de tránsito. Desconozco cómo comenzó, mi proceso había terminado”.
Relata entonces que “el inspector de tránsito sube al vehículo y se va, atraviesa el cantero a alta velocidad con mi moto arriba, la que empieza a tambalearse contra la camioneta”. Eso motivó que saliera corriendo tras la camioneta. “Le pido al inspector que por favor se vaya porque no era lo que teníamos acordado. El me pide disculpas, me dice que se equivocó y se va”. Pero “al minuto vuelve Entre Ríos al sur, contramano, a alta velocidad nuevamente. Cruza de nuevo el cantero entre la gente y se para ahí. Mi moto estaba prácticamente volcada. Se baja y empieza a incitar a la gente. Ahí empiezan las piedras a la camioneta. Y las piedras comienzan a caer en mi moto. Me subo a la camioneta y pido a gritos que no tiren más piedras porque estaban rompiendo la camioneta y mi moto”.
“El oficial de tránsito me pide que me baje de la camioneta y le digo que estoy cuidando el vehículo para que no lo sigan rompiendo. Me vuelve a pedir disculpas, se retira y creo que ahí se acomodan las cosas”.
De acuerdo a Esteban Alvarez, su moto resultó con rayas en la pintura del tanque de nafta, el posapie doblado, el manillar con desperfectos y el asiento con roturas.