Paysandú, Domingo 29 de Abril de 2012

OPINIONES

RECIBIMOS Y PUBLICAMOS

Locales | 29 Abr Escuela 88: una aclaración que se impone
Como consecuencia de la campaña del Cincuentenario iniciada por la Escuela Nº. 88 (Especial) a través de una de las redes especiales más prominentes como es Facebook, se invita a la ciudadanía a prestar su apoyo a esta querida escuela.
Dicha solicitud apunta a jerarquizar e incrementar los escasos recursos económicos que maneja esta institución para cumplir con una tarea docente adecuada, necesaria e impostergable.
Dicha campaña deberá prolongarse mucho más allá del tiempo para cumplir satisfactoriamente con los objetivos de esta noble cruzada.
No debemos perder de vista que al día de la fecha son casi ciento cincuenta niños que concurren diariamente a la escuela donde además de recibir educación, contención, cariño y afecto permanente, también se les alimenta adecuadamente y se les transporta gratuitamente a la escuela desde y hacia sus hogares.
Hasta aquí creemos haber disipado las dudas que pudieren existir sobre el manejo de nuestra Escuela 88 (Especial). Igualmente admitimos que hay más para decir, pero todo a su tiempo… Formuladas estas precisiones queremos referirnos a algunos malentendidos que hemos detectado a raíz de la campaña del Cincuentenario.
La apertura en Facebook de la página “Amigos de la Escuela 88” ha generado dudas al mencionarse a la Escuela “Horizontes” vinculándola con nuestra Escuela, lo que nada tiene que ver. Quienes conocen la Escuela 88 y nos identifican a nosotros con ella, sabrán establecer las diferencias que corresponden.
De Perogrullo: “lo nuestro es la Escuela Nº. 88 (Especial) y se acabó”. ¿Está claro verdad? Una última información, la Escuela Nº. 88 (Especial) está ubicada en la calle Industria y Zorrilla de San Martín, teléfono 47222886. Correo electrónico: esc11088@adinet.com.uy-Paysandú CP.60.000-Uruguay. Ernesto Pauletti Lancieri

SOLICITADA
Es un niño, no una “opción”
Constantemente se hace referencia a las violaciones de los derechos humanos ocurridas entre comienzos de la década del 60 y el año 1985, haciendo caso omiso a los derechos humanos que se violan diariamente en cárceles, hospitales, hogares de ancianos, etcétera. Vivimos en una sociedad que repetidamente presume de respeto hacia los derechos humanos pero hay un derecho humano que se considera el más importante, que está actualmente en el tapete, aunque no precisamente por iniciativas que lo protejan y lo hagan respetar sino que atentan contra él. Me refiero al derecho a la vida y al proyecto de ley que pretende legalizar el aborto antes de las doce semanas de gestación. Este proyecto cambia un delito por un derecho.
Todo ser humano nace en el instante mismo en que se fecundan óvulo y espermatozoide, allí mismo surge una nueva vida única e irrepetible. Ésta es la razón por la cual el aborto es un crimen y debe ser considerado como tal.
Condenar a muerte a un inocente, es una monstruosidad tal, que nadie puede considerarlo moral. Argumentar que sólo cuando llega a su nacimiento o sólo cuando adquiere capacidad de viabilidad, es ser humano, es una absoluta falacia. El ser humano existe con su propia y exclusiva identidad genética desde el primer momento de la concepción. Es una célula humana desde el primer momento. Tiene los 46 cromosomas característicos de la especie humana. Lo concebido por padres humanos es humano.
El origen principal de la justificación de este crimen abominable proviene de cómo las ideologías liberales se han impuesto sobre la opinión pública, producido un cambio de mentalidad sobre la función de las relaciones sexuales: de un acto conyugal abierto a la vida y fruto del amor de marido y mujer, se ha convertido en un acto egoísta, trivial y solo destinado a la obtención del placer. Todos sabemos que las relaciones sexuales traen implícita la posibilidad cierta de engendrar una nueva vida. Si las relaciones sexuales son concebidas principalmente como fuente de placer, el embarazo pasa a ser un problema y el aborto se presenta como una solución mágica y rápida a ese problema.
Aquellos que promueven la legalización del aborto, sostienen como principal argumento que las mujeres tienen derecho a elegir si tener o no a su hijo ignorando completamente el derecho de esa criatura indefensa. Es entendible el trauma emocional que experimentan muchas mujeres embarazadas, con dudas, temores y sobre todo desesperación. Muchas mujeres carecen del apoyo de sus familias o del apoyo del padre de la criatura, carecen de recursos que les permitan combinar el trabajo y la crianza del niño, o se sienten forzadas a optar entre su educación y sus hijos. Estas mujeres necesitan apoyo incondicional, y no que les digan “un hijo va a arruinar tu vida”. Muchas mujeres eligen el aborto porque creen que no hay otra alternativa, sucede que sus necesidades no son atendidas. Nuestra sociedad necesita enaltecer de nuevo la maternidad y defender la paternidad. Toda mujer merece algo mejor y todo niño merece al menos tener la oportunidad de vivir. Nunca habrá arrepentimiento si se decide tener un hijo.
Para una mujer no hay dicha más grande que ser madre. Muchas mujeres que no tienen la posibilidad de ser madres darían todo por serlo, mientras para algunas ese privilegio es un problema a resolver. Toda mujer sufre un trauma cuando destruye su embarazo, de algún modo se destruye a sí misma, se paga un precio psicológico. Cuando una mujer interrumpe voluntariamente un embarazo algo sucede en lo más recóndito de su conciencia, puede que el feto se retire de su vientre pero nunca será retirado de su pensamiento. La herida sana pero la cicatriz permanece.
José Francisco Ramos Francolino

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¿Qué pasa con la justicia en nuestro país? Hasta cuando tenemos que escuchar que los menores están haciendo lo que se les antoja y los que tienen “menos suerte” pasan a Inau y los otros quedan libres. Los que pasan a Inau, no son castigados por lo que han hecho, muchos de ellos cometen delitos inhumanos y atroces, tal vez producto de una mala infancia, rechazo familiar, etcétera, pero el hecho es que quedan sin castigo. Pido a los señores legisladores del departamento, que elaboren algún proyecto para que los menores que cometan delitos graves, al cumplir 18 años pasen a cumplir su pena a la cárcel, como debe ser. Que los crímenes de Romina Severo y de Dahiana Martínez Taborda no queden impunes, porque enviar a un culpable a Inau no es castigo suficiente. Además un chico que comete tales actos de maldad no tiene recuperación mental ni moral, entonces debe estar aislado de la sociedad. No pudimos proteger a Romina Severo ni a Dahiana Martínez, pero tal vez podamos proteger a otras mujeres o niñas. Realmente ya no hay límites, es urgente y necesario que alguien se siente a una mesa, diputados, senadores y jueces y redacten nuevas leyes para un tiempo nuevo con menores fuera de control total. ¡Actualicen el Código Penal! Quienes conocimos a Dahiana Martínez sentimos un profundo dolor, cometieron una atrocidad terrible con su vida, por eso pedimos ¡justicia para Dahiana! Que el “Gordo”, uno de sus asesinos de 16 años cumpla 18 años en la cárcel, no en Inau, ni en libertad. Porque ellos le privaron de tener una vida feliz, de conocer lugares y vivir la vida, de salir, de ir a un baile, de tener una vida digna, entonces que ellos tampoco puedan tener una vida libre de pena. Señores diputados, señores senadores del departamento de Paysandú, anoten esto en su agenda, marquen con rojo para resaltarlo y trabajen en ello porque los votamos también para que nos apoyen y ayuden en casos como este o como el de Romina Severo. Muchas gracias a diario EL TELEGRAFO por permitirnos llegar a expresar lo que sentimos y apoyar nuestros planteos. S.F C.I.: 3.095.652-8

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Entre exabruptos, adulonerías y una
historia que la cuentan como quieren
Cuando el Ministro de Defensa (quizás por escarnio) afirmado sobre un bastón que no podrán sostener con dignidad de viejo las manos que durante años empuñaron armas para destruir la democracia uruguaya, ofendió a todos los cristianos de un pueblo que entre tantas angustias tiene todavía que soportarlos como gobernantes, sentí la necesidad de salir a decir algo, sin reparar dónde ni cómo, habida cuenta de tantos acomodaticios que les cubren sus exabruptos.
Sentado frente al teclado de mi computadora y cuando comenzaba a hilvanar algunos conceptos, pensé en recurrir a EL TELEGRAFO buscando turno para desahogarme con una publicación y tomé conciencia que ya se habrían adelantado a lo largo y a lo ancho del país, voces autorizadas de todas las dirigencias, para pedirle explicaciones al terrorista que se atrevió a llamar “flaco gil” a Jesucristo y decirle a los que mantienen la grandeza del perdón “que se vayan a la puta que los parió” (palabrotas que me cuesta y me duele reproducir pero que no puedo evitarlas para que se enteren aquellos que sin haberlas escuchado conozcan los extremos a que llegaron los insultos del “nato” excavador de “tatuceras” y celoso guardián de las “Cárceles del Pueblo”.
Sin embargo y no obstante cuanto se haya escrito, creo que siempre habrá un lugar para juzgar al auditorio de una mayoría de adulones, comensales de élite que estuvieron en el almuerzo de ADM, pretendiendo emular lo que en otros países congregan y no importa si ante comidas, desayunos o simplemente agua mineral, a gente capacitada para difundir conocimientos, discutir propuestas de avanzada y a la vez ilustrar a aquellos que con buena voluntad y ganas de aprender concurren a esos eventos.
Fue verdaderamente lastimoso haber visto aplaudir y festejar graciosamente los desbordes del sedicioso que llegó a ser senador, actual líder de un ala tupamara, personaje al que se le atribuyeron influencias en las oscuras maniobras de lavandería en el Hospital Maciel y ahora…
Ministro de Defensa; por muchos industriales, hombres de empresa, políticos y gremialistas que van a esos almuerzos para hacerse ver, “popularizarse” por la TV y por supuesto acarrear agua para su molino.
Bien dice gran parte de la población, decepcionada, que las comilonas y los viajes juntan a todos, incluso a los que se “pelean” en la escena pero que en los pasillos coinciden y hasta inventan destinos con repartos de excursionistas. Los ejemplos los tenemos allá donde reina el centralismo capitalino pero también los apreciamos en la corta distancia.
Algo que bien se conoce porque lo fabrican sin ningún disimulo y es tolerado incluso por algunos que creen saberlo todo pero que tienen muy bien aprendido lo que deben o no difundir.
Comentando precisamente que nadie se levantó ofendido de esa reunión de ADM como lo hubiese hecho el obispo de Minas, Jaime Fuentes, condiscípulo del propio Huidobro cuando de jóvenes concurrían al mismo colegio religioso, un amigo me recordaba la conducta complaciente de los auditorios, cuando aquí mismo en Paysandú el Presidente Mujica, siendo por entonces Ministro de Ganadería, ante un cine repleto (creo que en Guichón) se mandó un “me voy a la mierda”.
Otra de sus “graciosas expresiones” (ya tiene una bolsa llena de improperios) que recorren el mundo, para situar a nuestro querido Uruguay y donde se entiende el idioma, como un lejano país oriental gobernado por ex sediciosos, intolerantes y de yapa “boca-sucias”.
Eso sí: campeones de los Derechos Humanos para un lado y desentendidos para el otro; donde quedan sesenta y seis muertes de inocentes, con sus familiares desprotegidos y casi una treintena de miembros de la organización “tupamara” que nunca fueron juzgados o que no llegaron a purgar las penas por la Ley de amnistía. La primera sancionada al inmediato retorno de la democracia y muy anterior a la de Caducidad que han conocido las nuevas generaciones.
La de Amnistía a sediciosos nunca fue plebiscitada ni remitida a la Internacional de Derechos Humanos porque al poeta y también oscuro montonero Gelman le interesaban más los cientos de miles de dólares para su nieta por un cuerpo que no ha aparecido (aunque todos los bien nacidos condenemos el brutal crimen de la dictadura bi o trinacional) que por una mísera pensión para los familiares de los muertos por la sedición.
Ni siquiera para los de Pascasio Báez, cuyos restos sabemos que descansan en tierra nuestra aunque algunos desconozcamos dónde (estábamos sí enterados donde seguía trabajando el doctor que le inyectó el pentotal) para acercarle un 21 de diciembre (su asesinato fue en 1971) una flor que nos represente a muchos demócratas y hasta quizá como perdón por aquellos que jamás se arrepentirán de sus crímenes. Rubens Walter Francolino


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