Locales | 09 May El Poder Ejecutivo impulsa un proyecto de ley por el cual establece el “Sistema de prevención, control y represión del tráfico ilícito de armas”, que busca un desarme civil, la creación del “delito de tráfico de armas en el Uruguay”, y la intención de que el Ministerio del Interior tenga acceso a la información del banco de datos del Ministerio de Defensa en lo que se refiere al registro de las armas de fuego y datos de los titulares.
Este intento oficial por regularizar la posesión de armas en la sociedad civil, un gran problema en la medida que muchas llegan a manos de los delincuentes, determina la tenencia ilegal de armas como “delito” en lugar de “falta” como hasta ahora. Además establece el delito del tráfico internacional de armas, municiones y explosivos que incluye, entre otras, la exportación, importación, venta, traslado o transferencia hacia otro Estado. Todas las actividades serán castigadas con entre tres y 12 años de penitenciaría.
Además el tráfico “interno” y “fabricación ilegal de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados”, que abarca a los que las alquilan, las distribuyen, las crean, transforman, venden o las ocultan, será castigado con 24 meses de prisión a 6 años de penitenciaría, de acuerdo al proyecto enviado al presidente de la Asamblea General, Danilo Astori. El texto, que consta de nueve artículos, prevé que las armas decomisadas sean destruidas o pasen a los ministerios del Interior o de Defensa para ser utilizadas por su personal.
Y establece un plazo de seis meses a partir de la entrada en vigencia de la ley para que “quienes tengan armas de fuego en forma ilegal o antirreglamentaria regularicen la situación ante los organismos correspondientes” o “efectúen la entrega voluntaria de las mismas en el Servicio de Material y Armamento del Ministerio de Defensa Nacional”.
EL PROYECTO TIENE
“VARIOS PROBLEMAS”
Para el Club de Tiro de Paysandú, el texto legal propuesto por el Poder Ejecutivo tiene “varios problemas”, según indicó a EL TELEGRAFO su presidente, el teniente coronel (r) Nelson Gianoni. Detalló que “agregará dificultades a quienes quieren practicar tiro como deporte; complicará a quienes tienen un arma antigua; no dará soluciones a quienes residen en medio del campo y son frecuentemente atacados por delincuentes; aumentará costos al aumentar la burocracia en el ámbito de la recarga; y traerá problemas para los cazadores, que frecuentemente tienen un arma con partes de otras, lo que hace que no puedan ser inscriptas legalmente”. Por otra parte, “para los delincuentes esta ley no trae problemas; ellos están en el delito, que tener un arma no declarada será ilegal no les cambia nada; pero al ciudadano común y al deportista le cambia todo”.
Gianoni opinó que habría que “ser más rigurosos con quienes tienen antecedentes y con quienes trafican con armas, pero al mismo tiempo tomar en cuenta a los deportistas así como a quienes viven en medio del campo, pues para defenderse dependen solamente de ellos mismos, ya que la autoridad generalmente está a kilómetros de distancia”.
“Muchas armas están en manos de los delincuentes y no se van a desarmar; no les importa un delito más”, agregó. En cambio “quienes estamos en el club de tiro, tenemos todas las armas legalmente” aunque “el ciudadano común se puede enfrentar a varios problemas”. En ese sentido comentó “a vía de ejemplo, y hemos sido consultados, hay quienes viven en el campo y ante la creciente ola de delitos quieren armarse para proteger a su familia, pero los trámites son largos y demandan meses, cuando lo que necesitan es una solución hoy”.
Por otro lado, el proyecto de ley crea problemas a quienes tienen un arma antigua que se viene trasladando entre generaciones porque “no pueden ser coleccionistas, ya que hay una reglamentación especial muy compleja, que para empezar exige tener varias armas coleccionables. Hasta ahora, tener un arma de estas características podía ser castigado como falta, pero ahora sería delito. Es algo muy diferente. Lo que la gente está pensando es en entregar esas armas antiguas, lo que puede hacer perder un enorme legado”. Otro problema es que el proyecto de ley establece como delito la recarga de municiones. “Es otra complicación. Quienes estamos en los clubes de tiro hacemos recargas de cartuchos, porque de esa forma abaratamos. Pero la ley establece que para ser recargador hay que cumplir una serie de requisitos, tener una planta de recarga, ir a Montevideo. Muchos recargamos en forma casera. Y no lo hacemos con el propósito de delinquir”. En cambio “los delincuentes no hacen recargas, directamente compran las balas con las que luego hieren y matan. Tampoco les va a importar esto”.
“Una solución sería reconocer a los clubes de tiro como estaciones de recarga y a sus socios como recargadores. Los propios clubes seríamos un filtro, porque conocemos a nuestros socios”, opinó el presidente del Club de Tiro de Paysandú. COMO OBTENER UN ARMA
La persona interesada --mayor de 18 años-- debe pedir autorización ante el Ministerio del Interior y registrar el arma ante el Ministerio de Defensa Nacional. En la Jefatura de Policía que corresponda se debe tramitar el Título de Habilitación para la Adquisición y Tenencia de Armas (Thata).
Al momento del trámite se debe presentar una fotocopia de la cédula de identidad, constancia de Certificado de Antecedentes Judiciales (también conocido como de buena conducta), fotocopia de constancia laboral o justificativo de ingresos y un certificado médico de aptitud sicofísica para tenencia de armas, otorgado por un sicólogo habilitado. El profesional evaluará la estabilidad emocional del aspirante, el autocontrol, los mecanismos de defensa, la madurez emocional, conductas de riesgos y trastornos mentales, sicosis, neurosis graves y trastornos de la personalidad.
EL CERTIfiCADO DE IDONEIDAD
Quienes tramitan por primera vez el Thata deben obtener el Certificado de idoneidad para tenencia y empleo de armas, tras un curso que tiene como objetivo que el interesado en el arma tenga conciencia de la responsabilidad que significa y tenga una capacitación para la manipulación de la misma. Al aprobar el Thata, que tiene una vigencia de cinco años, se obtiene también una licencia para comprar y tener armas, que habilita la compra en un comercio establecido, tanto de armas de puño (pistola o revólver) como escopeta o rifle. No obstante, antes que el interesado reciba el arma, el Registro Nacional de Armas del Ejército Nacional controla aspectos como tránsito, venta, importación, fabricación o coleccionismo. En esta instancia se ponen los datos del arma (origen, número de serie y calibre), los del comprador, el número y fecha de vencimiento del Thata. También se solicita una constancia de domicilio, fotocopia de la cédula y del Thata vigente. Es entonces cuando recibe la guía del arma, con vigencia por diez años.
Porte y transporte
La compra y tenencia del arma no habilita el porte de la misma. Para lograr el permiso de porte, que tiene una vigencia de dos años, el trámite es igual al del Thata pero el curso es más intenso, porque se enseña además a llevar el arma en la funda y sacarla de la misma. Además, el examen sicofísico debe indicar que el aspirante está capacitado para portarla. Quien tiene tenencia de armas puede transportar un arma, esto es descargada y con las municiones en otro lugar. Desde 2010, el Servicio de Material y Armamento del Ejército tiene un programa de entrega voluntaria de armas. Se labra un acta de entrega y luego se destruye junto al armamento que incauta la Policía.