PROYECTO LLEVARá VARIOS AÑOS;
FALTA PRESUPUESTO PARA INVESTIGACIóN

Locales | 10 May Los estudiantes sanduceros que como proyecto de final de bachillerato de Informática del Instituto Tecnológico Superior de Paysandú (ITSP) armaron una silla de ruedas que puede ser comandada por la voz, podrían construir un automóvil comandado a voz, aunque el proyecto aún está en etapa primaria y el equipo se enfrenta a la falta de recursos para llevar adelante la investigación necesaria.
Por otra parte, podrían construir hasta cinco sillas de ruedas con comando a voz para uso del Banco de Previsión Social (BPS), sin percibir ganancias económicas, de acuerdo a lo que Alfredo Causa, de 21 años, y Richard Garré, de 18, coordinaron con los asistentes al congreso de la Red Nacional de Familiares de Víctimas del Tránsito, que se realizó en los primeros días de mayo en Salto.
“Fue una de las ideas propuestas; nosotros no tenemos problemas, estamos dispuestos a realizarlas si el BPS así lo decide. Sin dudas que servirían para muchos usos de personas con discapacidad motriz”, dijeron a EL TELEGRAFO.
Causa y Garré fueron en representación de la Udesev de Paysandú y en el congreso presentaron su proyecto, “del cual poco se conocía, pero causó excelente impresión”. En la reunión “nos propusieron maneras de ayudarlos a ellos y que nos ayuden a nosotros a su vez”.
La silla de ruedas comandada por voz, que “ya tiene registro de patente en Uruguay”, no era conocida por la Red de Víctimas. “Cuando presentamos el proyecto, realmente quedaron sorprendidos. Muchos se acercaron luego para darnos ánimo y expresarnos su apoyo, esperando que se pueda hacer algo industrial con la silla para poder ayudar a mucha gente”.
El grupo de estudiantes ahora estudia un nuevo desafío, aunque “el mismo tendrá años de desarrollo, apenas si está en nuestra cabeza”. Se trata de trasladar la misma tecnología, mejorada, para crear un automóvil que responda a los comandos de voz para dirigir el vehículo en el tránsito.
“Es un gran proyecto, es posible aplicar esa tecnología, más allá que hay que trabajar duro y hay que tener en cuenta muchos otros aspectos porque se estará moviendo en el tránsito. Ahora, como antecedente podemos decir que la silla responde al comando en milisegundos, lo que es un buen comienzo”, subrayaron Causa y Garré.
Destacaron que, sin embargo, “en un auto hay un tema relacionado a reflejos, hay una etapa de capacitación del usuario, hay otras cosas a considerar incluso en el área técnica y tecnológica. Se puede hacer, pero en nuestro caso y ahora mismo nos falta presupuesto”. El proyecto “si podemos concretarlo” podría estar resuelto para el final de la carrera de Ingeniero Tecnológico que Causa ha iniciado en el ITSP, en cuatro años.
“Lo que viene es un período de investigación, de proyecto, de ajuste y de resolución de varios problemas. Pero es una idea. Creemos que es posible”.
En los próximos días el equipo viajará a Pittsburg, Pensilvania, Estados Unidos, para participar en la Intel International Science and Ingineering Fair 2012 (Intel ISEF), la mayor feria internacional de ciencia e ingeniería a nivel preuniversitario, donde presentarán el proyecto.