Paysandú, Sábado 26 de Mayo de 2012
Rurales | 23 May La tuberculosis, una enfermedad que siempre tuvo una baja prevalencia en nuestro país, viene presentado cambios importantes a raíz del nuevo escenario productivo que presenta la ganadería lechera del país, generando una mayor cantidad de casos, lo cual preocupa a nivel de la Dirección General de los Servicios Ganaderos (DGSG).
En esta situación incide el desarrollo de la lechería con la creación de tambos de una dimensión no conocida hasta ahora en el país, influyendo la cantidad y concentración de animales y manejo de esos animales, a lo que se suma el comprar bovinos de distintos orígenes, manifestó el doctor Francisco Muzio.
Para el director general de los Servicios Ganaderos del MGAP, esta situación determinó que sin haber aumentado el número de predios afectados por la tuberculosis se incrementara igualmente el número de animales que presenta esta enfermedad en esos predios. Es claro que el aumento de animales enfermos responde a esa mayor concentración.
Un aspecto fundamental que se trabaja junto a la Sociedad de Medicina Veterinaria del Uruguay (SMVU) es la tuberculización. Se trata de una intradermorreacción, el método diagnóstico que utiliza el veterinario para detectar la presencia de la tuberculosis en ganado lechero y que es obligatoria para la sanidad anual que se realiza en los tambos.
También se está revisando el reglamento para hacerlo obligatorio en los campos de recría por su importancia tanto en tuberculosis como en brucelosis. En ganado de carne la enfermedad no se detecta, en función de los estrictos controles de faena de la industria frigorífica, dijo Muzio.
La tuberculosis animal se puede trasmitir al hombre, pero según el Ministerio de Salud Pública (MSP) no existen casos desde hace más de 40 años, mientras que antes de esa fecha ocurría con bastante frecuencia.
En los establecimientos lecheros donde se ha detectado la enfermedad en los últimos tiempos se ha actuado coordinadamente con el MSP para salvaguardar la bioseguridad relacionada con la salud de los operadores que trabajan en esos establecimientos, explicó el funcionario del MGAP.
A su vez, en la prevención de esta enfermedad es fundamental hacer las tuberculinas para demostrar que el animal está libre de la enfermedad, la que se debe aplicar también cada vez que ingresa un ganado a un predio.
Muzio entendió que el problema de la tuberculosis en la actualidad está relacionado con una nueva forma de producción en nuestra lechería que se ha modificado e intensificado. “Por lo tanto, nuestra principal preocupación es que haya conciencia sobre la necesidad del diagnóstico, para lo cual se impulsan jornadas de actualización técnica”, dijo a El Observador.
En lo que va de 2012 hay 1.200 vacunos afectados, de los cuales una parte fue sacrificada. Según la gravedad de la lesión provocada la carne decomisada puede ir luego para la elaboración de corned beef y en caso extremo se elimina en un digestor.
Indemnizaciones
En noviembre de 2011, el Poder Ejecutivo autorizó reestablecer la tasa que financia la indemnización para situaciones de fiebre aftosa y enfermedades exóticas, en cuyo marco se incluyen los casos de tuberculosis.
El fondo se había creado en 1989, para lo cual durante varios años se recaudó un 0,21% proveniente de las exportaciones de carnes, productos cárnicos, lácteos, cueros y lanas.
Cuando se llegó a los U$S 12 millones en la década de 1990 se suspendió el pago de este tributo y cuando reapareció la fiebre aftosa en 2000 y 2001 se gastó parte de ese fondo, e igualmente ha continuado desde 2010 con los casos de tuberculosis, lo que determinó la necesidad de empezar a recaudar nuevamente con ese fin. Ahora se está procesando las condiciones de pago de los animales sacrificados de acuerdo al valor de tasación de los animales.
Cumbre sanitaria mundial
El presidente de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), Carlos Correa, abogó por una mayor coordinación entre las organizaciones mundiales, como las Naciones Unidas y la Organización Mundial de Comercio (OMC), a quienes la OIE les ha ofrecido su experiencia.
Durante la asamblea anual de la OIE que se cumple esta semana en París, Francia, el uruguayo Correa, quien finaliza su mandato al frente de esa organización, destacó el pasado domingo la importancia de la producción animal para acceder a los alimentos. Pero hay que tener en cuenta que la producción de alimentos merma más de un 20% a causa de enfermedades animales.
Las reuniones técnicas que continuarán hasta el próximo viernes trataron en sus primeras jornadas aspectos vinculados a la salud pública, como el estudio: “Un mundo, una salud”, que muestra, por ejemplo, los problemas que suponen para las personas las resistencias a los antibióticos de los virus animales.
Ayer se examinaron los eventuales cambios en el estatuto de los países sobre las tres grandes enfermedades veterinarias: la fiebre aftosa, la encefalopatía espongiforme bovina y la perineumonía contagiosa bovina. El director general de Servicios Ganaderos, Francisco Muzio, encabeza la delegación uruguaya.
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