Rurales | 24 May Las precipitaciones registradas en las últimas jornadas en Paysandú y la región, llegan en un momento oportuno para el sector agropecuario, donde el déficit de agua en los campos comenzaba a sentirse.
El máximo registro, de acuerdo a datos proporcionados por productores a EL TELEGRAFO, fue en la zona de Piñera, más precisamente en el establecimiento de la familia Hiriart-Brasil. Según lo explicado por el ingeniero agrónomo Carlos Hiriart, fueron 100 milímetros que para la zona son considerados muy buenos.
A esto se suman los 90 milímetros de Capilla del Carmen, a 7 kilómetros de Merinos. De acuerdo a lo informado por Giancarlo Menegazzi, “fueron 90 milímetros durante toda la noche, en forma mansa y durante varias horas y se ven muchos pozos con agua”.
Datos también aportados por Jefatura de Policía de Paysandú, indican que le siguió en importancia Quebracho con 70 milímetros, Piedras Coloradas 66, Tambores 60, colonia José Batlle y Ordoñez 58, Guichón 56, pueblo Porvenir 53, Guaviyú 52, El Eucalipto 50, ciudad 45, Santa Kilda y estancia “El Atalaya” en la zona de Cuchilla San José 40 y Chapicuy 23. La gráfica síntesis que realizó Carlos Artía es elocuente del panorama en el norte del departamento, especialmente en campos de basalto. “Llovió muy lindo pero no busques un charco por que no lo vas a encontrar: con la falta que hacía, el agua se fue toda”.
Quienes más aguardaban impacientemente las lluvias eran los agricultores, que favorecidos por su ausencia, lograron cosechar a buen ritmo los cultivos de verano, pero se encontraban con la disyuntiva de que a medida que sembraban las chacras con trigo o cebada, la necesidad de agua era imperiosa para su crecimiento.
La situación se revirtió esta semana, con lluvias que comenzaron el domingo, pero que ahora impiden el ingreso a las chacras para que siembren aquellos que aún no lo hicieron.
De todos modos, se revierte un panorama que comenzaba a preocupar a los productores en general. “La necesitaba el área ganadera por un tema de necesidad de pasturas, y la agricultura también”, precisó a EL TELEGRAFO, el ingeniero agrónomo Luis Simean, quien señaló que “si bien corta un poco el fin de las cosechas de soja y la de sorgo que estaba arrancando fuerte, llegan muy bien porque se estaba necesitando agua en el perfil para las siembras de invierno”.
El gerente de la filial Paysandú de Copagran, agregó en tal sentido que se necesitaba agua para lo ya sembrado, pero también lo que se estaba comenzando a sembrar. Incluso, nos habían notificado de alguna dificultad con gente que iniciaba la siembra y no tenía humedad”.
Superavit
Si en algo se destaca este 2012, es en la irregularidad de las precipitaciones. Enero comenzó seco y arrastrando un déficit hídrico que venía de diciembre 2011, mes en el que prácticamente no llovió.
Recién las primeras lluvias fueron el 22 de enero y el total de ese mes fueron 83 milímetros cuando el promedio histórico es de 100. Febrero en cambio es el mes más llovedor del año, con 339 mm en Paysandú y zonas aledañas, destacándose los 116 que cayeron sólo en una jornada, el domingo 5.
Marzo arrancó bien, con lluvias que presagiaban un buen anticipo para el otoño, lloviendo 135 milímetros, cuando el promedio es de 147. Los primeros diez días de abril fueron buenos en lluvias, pero los 39 milímetros del lunes 9 fueron el último registro interesante hasta este domingo. Entre el lunes 9 de abril y este domingo 20 de mayo, sólo se registraron 12 milímetros (5 el 28 de abril y 7 el 8 de mayo). Felizmente para los productores, el panorama se revierte desde el domingo 20 de mayo, y hasta este miércoles 23, inclusive, con 70 mm en la zona de Meteorología Paysandú. En el primer cuatrimestre del año, el promedio histórico indica que debe llover en el entorno de 485 milímetros; hasta el momento van 626 en la zona de Paysandú. En mayo debe llover 77, hasta la víspera, van 77 milímetros.