Rurales | 25 May La Dirección de la Granja lanzó un llamado a planes de negocios para productores apícolas, que será financiado mediante el Fondo de la Granja. Serán distribuidos 10 millones de pesos entre los proyectos aprobados, y cada plan recibirá hasta un millón de pesos, en fondos reembolsables o no reembolsables, según cada caso.
El plazo de entrega vence el 1º de junio y los resultados estarán disponibles a partir del 30 de junio. El proyecto a presentarse deberá incluir como mínimo a seis productores, disponer de apoyo técnico y con el compromiso explícito de un agente comercializador, estar al día con el sistema nacional de trazabilidad de la miel, no tener antecedentes graves de la división jurídica del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), no figurar como morosos ante el fondo o la Corporación Nacional para el Desarrollo o, en caso de ser morosos, presentar un plan de pago dentro del plan de negocios a presentar.
También se exigirá que los productores tengan los seguros granjeros correspondientes, apoyo técnico o idóneo para la elaboración del plan de negocios, para su desarrollo y su evaluación final. Además, será solicitado el compromiso explícito de un agente exportador.
El plan de negocios deberá presentar una organización patrocinante, que coordinará a los distintos componentes del plan y administrará los fondos reembolsables y no reembolsables.
Las propuestas deberán incluir un agente comercializador, quien será la empresa que compromete la adquisición del producto.
Entre los gastos reembolsables que los planes podrán solicitar se encuentran el costo del flete, el alquiler por el uso comunitario del campo, insumos y abejas reinas fecundadas.
El monto total del gasto reembolsable es de 900 pesos por colmena por productor. De los gastos no reembolsables, los proyectos podrán solicitar la asistencia técnica, capacitación para el grupo de productores y para el grupo técnico asesor.
Desde el 2001 se observa un crecimiento en la exportación de la producción apícola. Sin embargo, el desarrollo fue oscilante, a lo que se suma la vulnerabilidad del sector a los cambios climáticos extremos.