Deportes | 22 May El número uno del tenis uruguayo, el salteño Pablo Cuevas, no podrá representar a Uruguay en los Juegos Olímpicos de Londres que comenzarán dentro de un mes.
Pese a que la nueva operación de rodilla a la que fue sometido recientemente en la ciudad estadounidense de Cleveland tuvo un resultado exitoso, Cuevas no podrá volver a la competencia hasta un plazo prudencial.
Cuevas, quien había sido operado por primera vez en la misma clínica en que fuera intervenido en noviembre de 2011 y confiaba en alcanzar un grado total de recuperación para comenzar a competir antes de los Juegos, no lo consiguió y ante sugerencia de los profesionales deberá esperar un tiempo más para volver a las canchas.
Si bien se le reparó la lesión experimentada en su rodilla derecha, no alcanzá el total grado de recuperación en un corto plazo y ello lleva a que se baje de los Juegos Olímpicos, donde esperaba acceder gracias a que se le “protegería” el lugar en el ranking, puesto 54, que tenía cuando se lesionara el año pasado en primera ronda en Roland Garros.
Ahora Cuevas volverá con la cuenta regresiva hasta que los médicos lo autoricen a comenzar a hacer ejercicios y luego poder entrenar para volver a la competencia.
El tenista lo tomó como “un obstáculo en el camino y también como un aprendizaje que me fortalecerá en el regreso. No dudo qe todo va a sumar a la hora de volver a competir”, señaló al portal de Observador.com.

SE APAGÓ LA ANTORCHA
La antorcha olímpica, que se encendió en Atenas el pasado jueves 10, se apagó poco antes de las 6 de la mañana de la víspera (hora inglesa) durante su cuarto día de recorrido por Gran Bretaña, según informó el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
El relevista, el atleta de badminton paralímpico David Follett, transportaba la llama en su silla de ruedas en Great Torrington, en la provincia de Devon, cuando ésta se apagó debido a un “quemador en mal funcionamiento”.
“No es algo anormal que se apague la antorcha, esto puede pasar por muchos motivos, por ejemplo, en casos de viento extremo”, aseguró una portavoz del comité. Segundos después de que se apagara la llama, el personal que acompaña la expedición obtuvo de uno de los vehículos una antorcha de repuesto con la que Follett siguió su recorrido después de ésta fuera encendida desde la llama madre, que se mantiene en un recipiente especial en uno de los vehículos que acompañan a la antorcha.