Paysandú, Martes 29 de Mayo de 2012
Locales | 24 May SALTO (Por Carol Guilleminot).- El balance que alcaldes e intendentes hacen del primer año de funcionamiento de los municipios es razonablemente positivo, pero las limitaciones y problemas son casi tan importantes como las fortalezas y los logros. Aunque casi nueve de cada diez alcaldes califica el funcionamiento de los municipios positivamente, y los intendentes parecen tener una visión similar, las expectativas cumplidas no llegan al 30 por ciento.
Así lo reveló una investigación de las visiones que los alcaldes y los intendentes departamentales poseen sobre el funcionamiento de los gobiernos locales, presentada ayer en Salto. La característica principal que emerge de este diagnóstico es la gran heterogeneidad de situaciones entre dos extremos definidos por el hecho de que uno de cada diez municipios está “plenamente instalado” y uno de cada diez alcaldes siente que su municipio está en una precariedad absoluta.
Los reclamos de profundización de la descentralización como una meta a alcanzar para superar la actual desconcentración, de salarios para los concejales y, fundamentalmente, de mayores recursos económicos para las alcaldías fueron formulados por varios de los alcaldes y concejales presentes durante el debate que cerró la actividad.
VISIÓN DE ALCALDES
E INTENDENTES
Con la participación de alcaldes y concejales del litoral Norte del país, así como especialistas académicos, se desarrolló ayer en Casa de Gobierno de Salto un seminario regional de gobiernos locales, organizado por el Departamento de Ciencia Política y Opinión Pública y el Instituto de Estudios del Desarrollo Regional y Local (Regional Salto) de la Universidad Católica del Uruguay, junto a la Fundación Konrad Adenauer.
La actividad fue abierta por el intendente salteño, Germán Coutinho, el director de la Sede Litoral Norte-Salto de la Universidad Católica, Emilio Silva, y el representante de la Fundación Konrad Adenauer en Uruguay, Hans Blomeier. En tanto, al final de la jornada hubo un debate con los asistentes sobre aspectos del accionar de los gobiernos locales, tales como las competencias de los municipios, la relación entre alcaldes e intendentes y la participación ciudadana.
El punto central de la jornada fue la presentación del libro “Evaluación de los gobiernos locales: la visión de alcaldes e intendentes”, publicado por la Universidad Católica del Uruguay y la Fundación Konrad Adenauer, que contiene la investigación realizada por las licenciadas Paula Ferla y Leticia Silva y el magister Ignacio Zuasnabar.
Se trata de un primer diagnóstico sobre el funcionamiento del tercer nivel de gobierno. A efectos de dicho estudio se realizaron dos relevamientos: un censo a los 89 alcaldes existentes en el país y entrevistas en profundidad a nueve intendentes.
SATISFACCIÓN Y CARENCIAS
La publicación señala que “el período inicial de funcionamiento de los municipios ha estado rodeado de una importante incertidumbre, alguna propia de cualquier nuevo diseño institucional que afecte la distribución de poder, pero que se ha visto agravada por las zonas grises, ambigüedades y omisiones de las que adolece la legislación en cuanto a la definición de competencias y los recursos que los municipios tienen a su disposición”. Casi nueve de cada diez alcaldes califica el funcionamiento de los municipios positivamente, y los intendentes parecen tener una visión similar. Sin embargo, los juicios de ambos están cargados de matices. “En última instancia, las opiniones positivas sobre el funcionamiento actual están lejos de indicar una plena satisfacción e incluyen un amplio reconocimiento de la necesidad de mejoras en múltiples áreas”, expresaron los investigadores.
En la opinión de la mayoría de los alcaldes, los municipios cuentan con una infraestructura y un equipamiento informático adecuados pero carecen de suficientes recursos humanos, maquinaria y recursos económicos. En la mirada de los intendentes, el juicio sobre la problemática de los recursos económicos y de la maquinaria es similar: se asumen que son insuficientes.
Sin embargo, aparecen algunos matices en materia de recursos humanos. “En el balance, de acuerdo a la opinión de los alcaldes, casi uno de cada diez municipios puede considerarse satisfactoriamente instalado, pero a su vez una porción similar no cumple con ninguna de las cinco condiciones de satisfacción analizadas; es decir, se encuentra en condiciones de precariedad absoluta”, señala la investigación.
Las visiones de los alcaldes de las dimensiones destacadas del funcionamiento municipal en el primer año tienen que ver, por un lado, con la construcción de su propia existencia: con la satisfacción de haber puesto en funcionamiento una nueva institucionalidad que hace un año no existía. “Esa existencia implica, además de una instalación física, cierta capacidad de gestión administrativa (atención de público, realización de trámites) soportada en una plataforma informática y, por supuesto, recursos humanos. A pesar de la insuficiente cantidad de recursos humanos de la que los alcaldes dicen disponer, la capacidad de éstos es marcada como una de las principales fortalezas del proceso de puesta en marcha” de los municipios en su primer año.
VÍNCULOS CON LA CIUDADANíA
La segunda dimensión destacada del funcionamiento municipal es la construcción de vínculos con la ciudadanía. En algunos casos esto parece implicar un vínculo más básico, de planteo de demandas (por los ciudadanos) y escucha e intento de respuesta del municipio. En otros casos se destaca también la participación ciudadana en un sentido que refleja cierto nivel de involucramiento y compromiso mayor con el conjunto del proceso.
Al respecto los investigadores destacaron que “esto que es visto por los alcaldes como una dimensión relevante de la gestión municipal, desde el punto de vista de los intendentes no fue marcado como un logro de los municipios. Sí subrayaron la importancia de tener, a través de los municipios, más llegada a la ciudadanía, pero no realizaron un análisis desde la óptica de la participación ciudadana”.
CONCRECIONES Y RECURSOS
La tercera dimensión del trabajo tiene que ver con el análisis de la capacidad de concreción de los municipios. “En algunos casos se refiere a materias tradicionales vinculadas al ABC municipal: alumbrado, barrido y calles”.
“En otros se mencionan como logros lo que los municipios han podido realizar en otro tipo de actividades como las culturales y recreativas”, señala.
“A primera vista resulta curioso que algunas actividades que realizan casi todos los municipios, como el control de ferias, el control de tránsito o la expedición de libretas de conducir, no son destacadas hoy por los alcaldes como grandes logros. (...)”
“Hay otras actividades, como la pavimentación, en la que ocurre todo lo contrario. La proporción de municipios que han podido involucrarse activamente en materia de pavimentación de calles es, de acuerdo a los alcaldes, minoritaria. Sin embargo, entre quienes lo han logrado, este es un fuerte motivo de orgullo”. Alcaldes e intendentes coinciden en que es necesario dotar a los municipios de mayores recursos para la acción, si luego se quieren exigir resultados específicos.
PROBLEMA DE “VISIBILIDAD”
Sin embargo, no todo tiene que ver con recursos. Buena parte de los problemas de funcionamiento de los municipios se relaciona también con una dimensión de la visibilidad y claridad de los roles, y con el conflicto.
“Los alcaldes sienten que ni su rol ni el del concejo municipal son adecuadamente percibidos por varios de los actores relevantes, comenzando por la ciudadanía. Algunos intendentes señalan que esta situación se vincula con un ausencia de debate previo sobre el tercer nivel de gobierno, y con amplias inespecificidades en la legislación que define las competencias de los nuevos actores y la forma en que los distintos niveles de gobierno deben vincularse entre sí. Es posible que aunque les sea difícil reconocerlo, varios de los propios alcaldes (y de los propios intendentes) no tengan aún una visión clara (y mucho menos una visión común) sobre los alcances y los límites de la nueva institucionalidad”, concluyó la investigación.
La publicación señala también algunos conflictos existentes: hay alcaldes que han tenido conflictos con intendentes y con directores municipales. También ha habido conflictos dentro de los concejos municipales.
“El vínculo entre los gobiernos departamentales y municipales existe y luce cordial en la gran mayoría de los casos, pero por lo general está plagado de limitaciones. Son excepcionales los casos de departamentos en los que existen instancias formalizadas de reunión, con frecuencia predefinida y suficiente. La enorme mayoría de los alcaldes entiende que la frecuencia de reunión actual es insuficiente, juicio que no necesariamente es compartido por los intendentes”.
El estudio también muestra elementos muy interesantes en cuanto al vínculo que han desarrollado los alcaldes entre sí. En este sentido “una proporción muy alta de alcaldes consulta con sus pares sobre temas específicos, planifica conjuntamente, coordina la utilización de maquinaria y recursos humanos, y realiza planteos políticos conjuntos”.
“El balance que alcaldes e intendentes hacen del primer año de funcionamiento de los municipios es razonablemente positivo, pero las limitaciones y problemas mostrados por el estudio son casi tan importantes como las fortalezas y los logros”, concluyeron los investigadores.
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