Paysandú, Martes 29 de Mayo de 2012
Opinion | 27 May Las autoridades nacionales y los representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) comunicaron en las últimas horas que Uruguay es el primer país latinoamericano libre de la vinchuca, insecto que transmite el Mal de Chagas, el que es endémico en algunas partes del país, como es el caso del Este de Paysandú, Tacuarembó, Rivera, Salto y Artigas, fundamentalmente.
“La Comisión Nacional de Zoonosis ha logrado, al cabo de varios años de trabajo, que Uruguay se convierta en el primer país que elimina el Triatoma Infestans, la vinchuca, del territorio”, subrayó el presidente de la citada Comisión, Dr. Ciro Ferreira.
“Este es un ejemplo para América Latina, seguramente va a ser el vagón de avanzada para que otros países lo puedan hacer en el futuro”, agregó, para acotar que desde 1997 no se registra la transmisión de la enfermedad ni a través de la vinchuca ni por vía transfusional, a lo que se suma la eliminación del insecto en el territorio nacional, conseguida este año.
Esta noticia es particularmente grata para los departamentos del norte del río Negro, pero debe tenerse presente que todavía existen en Uruguay entre 40.000 y 50.000 personas infectadas, de los cuales unos 20.000 son considerados crónicos y por lo tanto además de requerir un seguimiento permanente, muchos de ellos tienen un pronóstico muy comprometido sobre su calidad de vida y eventualmente con riesgo.
El insecto transmisor habita en viviendas de adobe, gallineros y galpones en malas condiciones higiénicas, pero “se eliminó a través de la mejora de la vivienda y la fumigación del domicilio y peri-domicilio”, explicó Ferreira.
Precisamente debe tenerse presente que ha influido en forma decisiva, además de las tareas preventivas como las inspecciones y fumigaciones por personal del Ministerio de Salud Pública, las miles de viviendas construidas por el Mevir en zonas rurales, que permitieron ir sustituyendo gradualmente rancheríos en los que paredes agrietadas y techos de paja favorecían la proliferación del insecto transmisor.
El presidente José Mujica aportó a su vez un elemento que también ha tenido su influencia, que es la educación de los pobladores de nuestras zonas rurales a través de sus niños: “ha sido erradicado no solo por autoridades, sino que es en gran medida la obra de los maestros rurales, que por todas partes educaron a los niños y fueron los niños que educaron a sus padres”, afirmó el jefe de Estado.
“Tenemos una gran chance pero no debemos bajar la guardia, porque en el medio ambiente de la región latinoamericana hay mucha vinchuca infectada por todas partes y va a depender que tengamos una actitud activa”, manifestó el presidente de la República, en tanto Alonso Parra, consultor de OPS, estuvo de acuerdo con esta idea al expresar que “el país tiene que mantener los esfuerzos porque los éxitos en salud pública son bastante vulnerables”.
“Hay que mantener las acciones, la coordinación con otros sectores, vivienda, desarrollo rural, educación, para que estos resultados se mantengan en el tiempo y el impacto sea permanente”, añadió.
Ocurre que más allá de la buena noticia de que se ha erradicado la vinchuca, está vigente la problemática de las miles de personas todavía infectadas con el Mal de Chagas, por lo que basta que por bajar la guardia un tiempo, vuelva a instalarse el vector para que la enfermedad comience a expandirse nuevamente. Además las mujeres pueden transmitir el Chagas a sus hijos en el embarazo, por lo cual es imprescindible controlar la enfermedad buscando a potenciales portadores, mediante un examen de sangre a las niñas de las escuelas ubicadas en zonas rurales, de manera de trabajar en la prevención y la detección precoz.
En los últimos tiempos no se han dado nuevos casos de Mal de Chagas, pero sí se sigue constatando que madres infectadas transmiten la patología a sus hijos, por lo que se genera de esta forma un contagio sin vector, y ello constituye un ingrediente nada despreciable para un porcentaje significativo de la población rural de los departamentos en los que el mal es todavía endémico.
El punto es que como la hidatidosis, como el dengue, el Mal de Chagas es prevenible; y sobre todo en nuestro país, donde las condiciones socioeconómicas son distintas a las de países como Bolivia, noreste de Brasil, Paraguay, Perú y otras zonas endémicas, la concientización es fundamental para asumir las condignas responsabilidades a efectos de evitar que estos flagelos sigan manifestándose. Con un trabajo que ya lleva décadas de esfuerzos, hemos logrado erradicar del territorio nacional al insecto vector de la enfermedad: la vinchuca. Es un paso fundamental, pero no hay que bajar los brazos.
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