Nacionales | 28 May Dos adictos a la pasta base, una mujer de 25 años y un hombre de 22, fueron procesados con prisión por el asesinato de Camila Mondragón, de 18 años, quien fue degollada en Las Piedras. Para el juez Francisco Massita, el caso todavía continúa abierto, informó El País Digital.
“Por dos cositos de pasta base mataron a mi hija. Dos cositos así --dijo Óscar Mondragón mientras juntaba los dedos pulgar e índice-- que te lo venden a 40 pesos. ¿Eso vale la vida de mi hija de 18 años?”. El hombre y la mujer ahora acusados del crimen, eran adictos que vivían en la indigencia en el mismo predio baldío en donde el padre de la joven la halló sin vida, el jueves en la madrugada. El sitio queda a dos cuadras de la casa de la familia Mondragón Sarli, camino que la joven solía hacer al regresar de estudiar en el Liceo N° 1 de Las Piedras.
Una mezcla de celos y envidia fue el motivo del crimen, ya que la homicida confesó que “quería matarla” porque Camila era “una estirada”. Lo único que le robaron a la muchacha fue el celular que llevaba en el bolsillo trasero del pantalón. El cuadro de indicios sugiere que, cuando los atacantes vieron que la joven caía herida de muerte por un corte en la yugular, se asustaron y huyeron de la escena del crimen, dejando la mochila y todas las pertenencias de la víctima, publicó el portal de noticias.
Los dos acusados fueron detenidos en una boca de venta de pasta base que operaba en el barrio. Al ser interrogado, el vendedor de drogas negó haber recibido el celular como pago por dosis de la droga. Tampoco se reconoció vínculo alguno con el caso de homicidio, aunque sí fue procesado por la ley de estupefacientes. Un tercer implicado en el crimen, un hombre de 30 años, quedó en libertad. Este individuo era cercano a la pareja de procesados, pero contaba con una coartada para la hora en que ocurrió el crimen. Ambos procesados son oriundos de Las Piedras, no tenían antecedentes penales y hasta ahora se desconoce cómo llegaron a la indigencia, aunque los investigadores sospechan que en ello debió haber jugado un papel la adicción a la pasta base, informó El País Digital.