Opinion | 01 Jun El fin de semana pasado un joven falleció tras embestir una baliza colocada por OSE, que señalaba la rotura de una cloaca en avenida Soriano y Dr. Verocay. El joven se trasladaba en una moto y embistió con violencia la señal que se encontraba en el centro de la calle. Más allá de circunstancias tales como no uso de casco protector o ingesta de alcohol, este trágico siniestro debe llamar la atención sobre el uso --y especialmente el abuso-- de balizas luminosas.
No es nuevo, y eso es lo terrible. En Paysandú hay decenas, al menos, de balizas distribuidas por toda la ciudad. Está bien que cuando haya un problema en una calle, como un pozo profundo, una tapa de cloaca hundida u otros tipos de problemas que podrían provocar accidentes, se le señale adecuadamente. Lo malo, lo inaceptable, es que las balizas permanezcan días y hasta a veces años sin que se solucione el problema. Pareciera que el concepto es que alcanza con advertir el peligro, en lugar de eliminarlo.
La pérdida de una vida humana es algo irreparable. Hoy, una familia llora desconsolada la ausencia de uno de sus queridos miembros. No puede, es cierto, responsabilizarse ni a la empresa que mandó colocar la señal ni a quien la colocó efectivamente. Cumplieron con la responsabilidad de marcar claramente una tapa de cloaca rota.
El problema es mucho más general y grande. Empieza por el tipo de balizas que se usan. Y sigue por el tiempo promedio en que éstas permanecen en un mismo lugar. Si el servicio de balizas es brindado por empresas privadas, como es el caso de Paysandú, entonces no hay razón para que las autoridades --no sólo la Intendencia sino también las empresas de servicios públicos-- no exijan la más moderna tecnología. Una baliza como las comunes usadas en Paysandú, por su sistema de tenue parpadeo, tienen momentos sin emisión de luz, instantes en los que pueden provocar accidentes. Para evitar eso se están colocando de a dos. Pero eso solamente duplica el peligro y no elimina los ciclos de oscuridad.
Las balizas son necesarias, pero deben usarse las de mejor visibilidad y por el menor tiempo posible, procediéndose a reparar rápidamente las roturas que señalan.