Paysandú, Domingo 03 de Junio de 2012
Locales | 01 Jun “Compartimos la preocupación de los vecinos de Guichón por el uso de plaguicidas y agroquímicos en la zona, pero hay estudios realizados y son tranquilizadores, porque muestran que el agua de la usina potablizadora de esa ciudad es potable para consumo humano en todas las mediciones que se han hecho anteriormente”, dijo el diputado Walter Verri luego de tener acceso a documentos de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea) sobre monitoreos realizados en 2011.
“Nos comprometimos con los vecinos a comenzar a trabajar en el tema y en ese marco nos entrevistamos con el director de la Dinama, Jorge Rucks, quien nos puso al tanto de las acciones que está llevando adelante dicha Dirección en este tema y nos manifestó que la Ursea tenía datos de monitoreo de esas aguas. Los obtuvimos a través de nuestro representante (del Partido Colorado) en la Ursea”, explicó.
Consideró que si bien estos análisis “no son muy actuales, dan tranquilidad en cuanto a que todas las muestras que se han hecho muestran que el agua potable de Guichón está libre de cualquier tipo de contaminante y es perfectamente válida para el consumo humano”.
“Son de algunos meses atrás, pero consideramos que aporta tranquilidad en cuanto a que Guichón está tomando agua que es realmente potable. Es verdad que no está analizado el glifosato. No obstante, hemos consultado con especialistas que nos han dicho que no creen que, a priori, pueda ser un contaminante presente en el agua si es que el glifosato llegara a la UPA, cosa que tampoco ven muy probable”, añadió.
Dijo Verri que la consulta realizada indica que “las posibilidades de que el glifosato sobreviva al tratamiento en una UPA son mínimas”. En este sentido, la explicación recibida fue que la inmensa mayoría del glifosato se absorbe por el suelo, sin irse a fuentes de agua por escorrentía y que la inmensa mayoría del glifosato absorbido en el suelo es degradado por bacterias y termina en compuestos inocuos.
Parte del glifosato y uno de sus metabolitos (AMPA) puede ser escurrido hacia cursos de agua, pero es una ínfima parte. Además, en el agua previo a la entrada de la UPA, el glifosato y el AMPA se asocian rápidamente a las partículas sólidas, por lo que no queda disuelto.
En la usina potabilizadora se llevan a cabos procesos de filtración y coagulación que arrastran la inmensa mayoría de las partículas sólidas y consiguientemente cualquier contaminación asociada a ellas. Además, en el final del tratamiento se agrega cloro, que es un poderoso agente químico que destruiría cualquier tipo de contaminación remanente en el agua.
FALTA NORMATIVA
En otro orden, dijo el legislador que “lo que falta y en lo que vamos a trabajar junto a los demás diputados por el Departamento” es por la regulación de distancias de prohibición de fumigación en proximidades de las UPA. Al respecto, recordó que la de Guichón es a cielo abierto y “cualquier agroquímico fumigado desde el aire puede terminar en la pileta de tratamiento de la usina”.
“Creo que la regulación es necesaria, nos comprometimos los tres diputados ante los vecinos de Guichón y Rapal a trabajar en el tema y en los próximos días nos reuniremos por este punto con la Dinama y el MGAP, que también tiene responsabilidad al respecto”, puntualizó.
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